DEMANDA

La solución a los sucesos en los autobuses pasa por la custodia policial

En febrero un hombre ebrio intentó robar y agredir con un cuchillo al conductor de la línea 7. En marzo la línea 4 fue escenario de patadas, insultos, amenazas, escupitajos y pedradas, lo que provocó que la policía escoltara al autobús. Y hace dos días, un hombre robó 50 euros a punta de pistola en la línea 6. ¿Qué está pasando con el transporte urbano?

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photo_camera Cartel por el que se informa a los usuarios de la línea 6 de los nuevos horarios decretados por la empresa/ A.S.

A los 60 conductores de las ocho líneas de autobuses Hadú Almadraba la situación de inseguridad que viven en su trabajo, diariamente, les sobrepasa. A pesar de que el gerente de la empresa, José María Cuéllar, no ha querido señalar las líneas más problemáticas, las hemerotecas hablan por sí solas. En febrero un hombre en estado de embriaguez intentó robar y agredir con un cuchillo de 28 centímetros de hoja al conductor de la línea 7 en el Tarajal. En marzo la línea 4 fue escenario de patadas, insultos, amenazas, escupitajos y pedradas, lo que provocó que la policía escoltara al autobús. Y en junio, concretamente el pasado miércoles 24, un hombre robó 50 euros a punta de pistola en la línea 6.

¿Y qué hace la empresa concesionaria del servicio de transporte urbano? Cancelar trayectos, desviar coches e intentar sortear las zonas problemáticas. “Sabemos que con estas medidas los primeros perjudicados son los usuarios pero no podemos hacer otra cosa”, explica el presidente del Comité de Empresa, José Antonio Blanco. Por ejemplo, la última línea atracada, la 6, ha modificado su recorrido y su horario. “Ahora el autobús pasa de 8 a 20 horas cuando antes lo hacía de 6 a 21.30 horas”, aclara Blanco. Esta medida se aprobó durante el último Comité de Seguridad celebrado esta misma semana y contó con la aprobación de la Administración.

Blanco y Cuéllar coinciden en señalar que “así no se puede trabajar. Los conductores tienen muchísimo estrés no por el trabajo sino por la incertidumbre de qué va a pasar”. Desde el Comité de Empresa aseguran que ante esta situación de inseguridad son varios los conductores que se han comprado sprays de pimienta. “Los conductores están muy expuestos al peligro y solos. La situación les sobrepasa porque ellos son simples trabajadores. De hecho, a este último compañero le pusieron la pistola a menos de un palmo de su cara”, denuncia. Al parecer hay cuatro autobuses que cuentan con la pre instalación de las cámaras de seguridad y aunque no funcionan, desde el Comité de Empresa confían en su carácter disuasorio. Ya durante la campaña electoral fueron varios los partidos que se postularon a favor de la instalación de este sistema.

Para Blanco la solución pasa por tres escenarios: instalar cámaras de vigilancia como medida disuasoria, sensibilizar a la población y una mayor presencia policial. Esto último también lo pide el gerente de la empresa, José María Cuéllar. “Si la policía custodiara las zonas problemáticas se podría trabajar de forma segura y los clientes también irían más tranquilos. Se sabe dónde y cuándo hay problemas así que no sería tan difícil”, apunta.  Cuéllar no considera que las cámaras de seguridad sean la solución a “estos hechos puntuales”.

 

Renovando la flota

Este mes la empresa ha adquirido cuatro vehículos de segunda mano, procedentes de la EMT de Madrid, y en julio se incorporarán dos nuevos autobuses totalmente nuevos y con todas las comodidades para los usuarios como aire acondicionado o piso inferior. De esta forma, la empresa va renovando su flota de 26 autobuses.