Los ceutíes acusados de adoctrinar en la cárcel para Daesh niegan los hechos

La Audiencia Nacional juzga desde este lunes a los dos ceutíes y a un tercer acusado por hacer proselitismo de Daesh en las cárceles. Todos ellos fueron absueltos en su día de la misma acusación por la que ahora han vuelto a ser procesados

Sede de la Audiencia Nacional
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No sabían nada de la existencia de un «frente de cárceles» dedicado a hacer proselitismo para Daesh entre los internos de los centros penitenciarios. Este es el argumento que los tres acusados, dos de ellos ceutíes, que se sientan desde este lunes en el banquillo de la Audiencia Nacional han mantenido ante el tribunal.

Los acusados Karim Abdeselam Mohamed, Abdelah Abdeselam Ahmed –ambos de Ceuta- y Mohamed El Gharbi han negado su implicación en unos hechos por los que la Fiscalía les solicita una pena de 12 años de prisión por un delito de constitución de grupo terrorista. Además, y de manera subsidiaria, el Ministerio Fiscal reclama una condena de ocho años de prisión por colaboración con organización terrorista o captación y adoctrinamiento terrorista.

La tesis de la Fiscalía es que los acusados mantuvieron desde prisión entre 2014 y 2019 intercambios postales con otros reclusos para inducirlos a adherirse a los preceptos de Daesh y favorecer su adoctrinamiento y radicalización.

Mohamed El Gharbi ha asegurado en la sala no haber tenido jamás conocimiento de la existencia de un grupo dedicado a predicar a favor de Daesh dentro de la cárcel y ha rechazado que durante su internamiento se dedicara a radicalizar a otros reclusos. «Yo no me considero radical», ha llegado a afirmar, al tiempo que ha recordado que se registró en un programa de «desradicalización» mientras estuvo interno en la cárcel de Castellón 2.

Los ceutíes Karim Abdeselam Mohamed y Abdelah Abdesean Ahmed han seguido la línea de defensa de El Gharbi y también han negado las actividades que se les imputan.

 

Un cuarto acusado, en paradero desconocido

El principal encausado en el procedimiento, Abderrahmane Tahiri, alias «Mohamed Acraf», condenado en su día por planear un atentado en Madrid, no se sienta en el banquillo porque permanece desaparecido. Tras cumplir su pena de cárcel en 2022, Acraf desapareció del radar de las autoridades de modo que, para cuando se ordenó la repetición del juicio, se encontraba en paradero desconocido.

En su declaración, El Gharbi ha recordado que en 2016 conoció a Acraf en la cárcel madrileña de Estremera. El acusado ha justificado la carta que dos años después envió al ahora fugado en su deseo de que abandonara una huelga de hambre que mantenía para reclamar el agrupamiento de los internos islamistas.

Un guardia civil que ha prestado declaración como testigo ante el tribunal ha asegurado que en 2017 se descubrió que Acraf había enviado desde la cárcel de Estremera cartas a El Gharbi y a Karim Abdeselam con mensajes de reivindicación de los postulados de Daesh en las que incluía la bandera de la organización terrorista.

 

Repetición del juicio

Los presuntos yihadistas ahora juzgados fueron absueltos en su día de la misma acusación por la que ahora han vuelto a ser procesados. La sentencia que los absolvió tras un juicio que se inició en 2022 consideró que no existían pruebas que pudieran concluir su integración en una organización dedicada a hacer proselitismo de los postulados de Daesh. Finalmente, la Fiscalía recurrió y consiguió que la Audiencia Nacional decretase la repetición del juicio.