Según el documento, el investigado era conocedor de que Antonio entregaba las casas a cambio de dinero o fuera de todo proceso legal. De hecho confiesa saber que una persona le contó que había entregado 3.000 euros para comprar una casa y no lo denunció.
En la actuaciones consta que dicho investigado dirigía a personas para que fueran recibidas por
Antonio López para que éste le diera una casa. La fórmula era solicitarle el DNI y la tarjeta de ser demandantes de viviendas y éste las entregaba a López.
Queda acreditado en las actuaciones, dice el auto, que el gerente mantenía contactos telefónicos, con López, Abdelasis A. M. Y Abdel A. M. S. L. (alias frugui), contactos éstos que cesan tras la publicación de la lista fantasma.
Tampoco es creíble que lo hiciera de buena fe, preocupado por los problemas de acceso a la vivienda de los ciudadanos de Ceuta porque no era su función, no lo hacía con todo el mundo y desde luego, ya no volvió a preocuparle dicha cuestión porque tras la cesión de Antonio López, no hizo la misma labor altruista con la nueva gerente de Emvicesa, Kissy Chandiramani.