España comparte límites con varios países, tanto por tierra como por mar. Sin embargo, hay una frontera que destaca por su singularidad: la que separa el Peñón de Vélez de la Gomera de Marruecos. Se trata de la frontera más pequeña del mundo, con apenas 85 metros de longitud.
El Peñón de Vélez de la Gomera es un pequeño territorio español situado en el norte de África, entre Ceuta y Melilla. Tiene una superficie de unos 19.000 metros cuadrados y una altura máxima de 87 metros. Pertenece a España desde 1564, cuando fue conquistado por el almirante Pedro de Estopiñán.
En sus orígenes, el peñón era una isla, pero en 1934 un terremoto provocó la aparición de un istmo que lo unió a la costa marroquí. Desde entonces, el peñón se convirtió en una península y se creó la frontera más pequeña del mundo, marcada por un cordel azul.
La única población del peñón son los militares españoles que se encargan de su vigilancia y mantenimiento. Se turnan cada mes y viven en unas instalaciones modestas, sin agua corriente ni electricidad. Su abastecimiento depende de los barcos de la Armada que les visitan periódicamente.
El Peñón de Vélez de la Gomera es uno de los llamados “plazas de soberanía” que España tiene en el norte de África, junto con Ceuta, Melilla, el Peñón de Alhucemas, las Islas Chafarinas y la Isla de Perejil. Su estatus jurídico es el de territorios no autónomos bajo administración española. Marruecos reclama la soberanía sobre todos ellos, pero España no ha aceptado negociar al respecto.
