Ceuta brilla con el Diwali

Inaugurado el alumbrado extraordinario instalado con motivo de la celebración de esta festividad hindú

Esta tarde se ha inaugurado el alumbrado con motivo de la celebración del Diwali. Antes del encendido, la escuela de baile Weil ha realizado una danza en la plaza de los Reyes.

A continuación, representantes de la Comunidad Hindú, miembros del Gobierno, representantes del PSOE y MDyC, así como el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, han procedido a inaugurar las luces de la festividad más importante del calendario Hindú. 

Desde hoy Ceuta brilla con el Diwali. Se han colocado un total de 14 arcos distribuidos por las calles Algeciras (3), Real (8) y Echegaray (3). Asimismo, y como es habitual, se ha colocado un letrero de felicitación con motivo de dicha festividad. La cifra de puntos de luz (todos LED) es de alrededor de 21.000.

El Diwali, cuyo significado es “ fila de lámparas encendidas”, es un periodo para celebrar el bien sobre el mal, del saber sobre la ignorancia, el triunfo de la luz sobre la oscuridad.

Y así lo ha transmitido Vivas quien ha vuelto a resaltar la multiculturalidad que caracteriza a esta ciudad. "Ceuta son cuatro culturas pero es un mismo corazón. Ceuta no se concibe sin nuestra Comunidad Hindú".

Para el presidente el Diwali es la fiesta de la luz y de la esperanza. 

Tras desear un feliz Diwali, la comitiva se ha dirigido hasta las dependencias del templo hindú.

El origen de la fiesta

La festividad del Diwali celebra el retorno de Ram, la séptima encarnación del dios Vishnu, al reino de Ayodhya tras casi tres lustros de ausencia entre el entusiasmo de su pueblo. Kaikeyi, la segunda mujer del rey Dasaratha, salvó en una ocasión la vida del monarca. Éste, en agradecimiento, le concedió dos deseos con el propósito de que hiciese uso de ellos cuando quisiese.

En el momento en el que Ram, hijo de la primera mujer de Dasaratha, fue elegido como heredero al trono, Kayeki, persuadida por su sirviente Manthra, resolvió solicitar los dones prometidos por el rey. Kayeki reclamó entonces la sucesión al trono para su hijo Bharata. Inmediatamente, exigió el cumplimiento de su segundo deseo: la deportación de Ram por un periodo de 14 años con el propósito de que Bharata no se sintiera amenazado.

Dasaratha se vio obligado a cumplir sus promesas. Ram aceptó la determinación real y, en compañía de su hermano Lakshman y su esposa, Sita, se encaminó al bosque.

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