A partir del 5 de mayo las playas de la Ribera y el Chorrillo lucirán diferentes. Los trabajos de cribado de la arena estarán finalizados para esa fecha y se espera que la calidad de estas playas mejore.
Las labores comenzaron hace un mes. El objetivo principal ha sido eliminar el polvo, que hasta ahora hacía tan incómodo disfrutar de parte de la Bahía Sur, y evitar que la arena se compacte.
Para ello, se han empleado dos cribadoras móviles de 35 toneladas con las que se han tratado unos 500 metros cúbicos diarios de arena.
Un plan de trabajo en el que se han previsto dos turnos de 8 horas diarias de lunes a viernes, para que las playas estén listas antes de la temporada.
El encargo realizado a Tragsa pretende garantizar la debida conservación de las playas, afectadas por los temporales de invierno y la dinámica de las mareas, mediante la realización de actuaciones de mantenimiento para mejorar la calidad de la arena de ambas zonas, que son las que registran una mayor afluencia durante la temporada estival.
Los trabajos que se realizaron el año pasado no dieron los frutos esperados. Unas labores que sólo recibieron críticas por parte de los usuarios de las playas.
En esta ocasión el objetivo es el mismo pero el proceso es diferente. No se ha traído arena de la playa del Tarajal, si no que se ha trabajado con la arena propia de cada playa.
Ahora toca esperar para observar si en esta ocasión los trabajos han servido, como dicen, para mejorar la calidad de la arena de estas playas.
El dragado del Foso, ¿una realidad?
La inversión supera el millón de euros e incluye el dragado del Foso una vez pase la época estival. Esta es una demanda que llevan años realizando los usuarios de embarcaciones que navegan por el Foso, la poca profundidad provoca que muchos barcos rocen con el fondo, en el mejor de los casos.
Parece ser que septiembre u octubre serán los meses elegidos. “Tiene que ser pasado el verano ya que para dragarlo es necesario cerrar el Foso durante un tiempo”.
En octubre de 2018, Ceuta Actualidad se hacía eco de las denuncias de los usuarios de embarcaciones que aseguraban que si el foso no se dragaba a corto plazo iba a dejar de ser navegable.
Existen tramos, tal y cómo pudo comprobar este medio digital, que no superan los diez centímetros de profundidad.
Un año después, la Ciudad anunciaba que dragará el Foso y echará la arena extraída en zonas de playa afectadas por los temporales. En este anuncio no concretaba la fecha de inicio de estos trabajos.
