Dos horas, un pleno, cero unanimidad y el mismo "problema" con los menores inmigrantes

El PP se estrella en su intento de escenificar unidad política en la Asamblea, de cara a presionar al Gobierno Central para que intervenga en la acogida de los jóvenes. 

 

 Juan Vivas durante el pleno.
photo_camera Juan Vivas durante el pleno.

Según los números aportados por el consejero Alberto Gaítán este mediodía en la Asamblea, hay actualmente en los espacios de tutela de la Ciudad 215 menores inmigrantes no acompañados. Transcurridas las casi dos horas de pleno, el número era el mismo -si no superior-, el problema seguía sin solucionarse y la unidad política para presionar al Gobierno central -de cara a que distribuya a los jóvenes por el resto de autonomías- tampoco se manifestó. Más bien al contrario, en una sesión vacía de poder ejecutivo, Vox y Ceuta Ya! -con argumentarios antagónicos- castigaron duramente al PP por ambos flancos, quedando PSOE y MDyC como el soporte vital que permitió aprobar la iniciativa popular.

Sobre la mesa había puesto el Gobierno de Juan Vivas una escueta propuesta en la que se pedía solidaridad al Estado para que Ceuta no tenga que asumir en solitario la carga de atender a los menores, así como que la Administración dote de los medios necesarios para detener las entradas. Un movimiento anticipado en pasados días por el presidente autonómico, que ya había catalogado de "emergencia" la situación por las 160 llegadas en lo que va de año.

El show de Vox: Un muro, detenciones, deportaciones...

Parecía altamente probable que la extrema derecha tratara de capitalizar un pleno sobre inmigración y no esperó ni un segundo para hacerlo, presentando una enmienda con la que se inició la sesión.

Salió a hablar Teresa López (Vox) cargada de furia y armada con todo el argumentario habitual de los suyos. "Son ilegales", "hay que quitarles las subvenciones a las oenegés", "pedimos levantar un muro y militarizar la frontera" o "que lo pague Marruecos", fueron algunas de las consignas de la diputada ultraconservadora, que tachó de "efecto llamada" la propuesta del PP para repartir por España a los menores: "Si los movemos, ellos se enteran de que se vacía el centro y vienen más, porque sino les avisan las oenegés o las mafias", lamentó, mostrándose favorable a la deportación inmediata.

Frente al planteamiento que el Gobierno llevó al pleno, del que López también afeo su longitud -"un folio, con cuatro párrafos y tres puntos como solución a un grave problema", espetó-, Vox se sacó de la manga diecisiete puntos entre los que además de la fórmula trumpista para la frontera, se reflejaba su deseo de "prohibir la entrada a personas de cultura islámica si hay dudas sobre su posible integración", entre otras.

El primero en responderles fue Mohamed Mustafa, portavoz de Ceuta Ya!, subrayando que tanto la propuesta y como el tono utilizado por López "no se pueden consentir", por estar llenos de "mezquindad, maldaz y vileza". Le resultó al localista "repulsivo, e infame", incluso un atentado "contra todos los principios del sistema democrático". Dijo de ellos que su única respuesta es "una bala, un muro o una celda" e incluso los calificó del "principal problema de la humanidad".

El consejero Gaitán, competente en el área, intervino a su manera, mucho más tibia que la de Mustafa, dejando entrever que Vox desconoce el reglamento de la Asamblea, así como "la Constitución o los tratados de Derechos Humanos". "Para ustedes, los avances son retrocesos", añadió, criticando la constante diarrea ideológica de la extrema derecha, vertida a veces sobre asuntos inoportunos: "Lo hicieron hasta cuando trajimos a esta Asamblea la construcción de una rotonda", golpeó el popular.

López empezó ahí a hablar entre dientes y a hacer gestos junto al líder del partido, Juan Sergio Redondo, quien escuchaba las intervenciones medio recostado en su butaca, tocándose frecuentemente la nariz y la cara y bebiendo regularmente de una botella de agua.

No quiso intervenir nadie más en este apartado, quedando descartada la enmienda de Vox gracias al voto en contra del resto.

Eso sí, los palos para Redondo, López y compañía no se habían terminado. Les dio tímidamente Juan Gutiérrez, portavoz socialista, afirmando que para ellos "todo lo musulmán es terrorista"; mientras que Fatima Hamed (MDyC) tuvo su minuto de oro a costa de la ultraderecha, a la que crispó los nervios.

Se despachó a gusto la líder del movimiento, tildando de "espectáculo, digno de carnavales" su discurso y animándoles a participar "en alguna chirigota". "Vaya tono para la enmienda y para la respuesta. Hace una escenificación muy buena, digna de los Goya que tanto critican a nivel nacional. Igual la nominan a la próxima", espetó Hamed, provocando la respuesta de López, mientras la del MDyC pedía sonriente a Vivas que la llamara al orden. 

Seguidamente volvió a la carga: "Vaya alarde de mensaje de ultraderecha fascista. Le ha faltado a usted acabar con el saludo neonazi. Estábamos todos a la expectativa por si levantaba la mano y se ponían de pie los tres o sacaban algún arma ¿la tenéis?", preguntó, organizando el revuelo definitivo, con Redondo gritando que había sido insultado.

El debate real: ¿Era necesario el pleno? y ¿es esta una emergencia?

Despachada ya la ración principal de golpes a Vox tras su enmienda, se abrió la espita de un debate por encima de la propia propuesta del Gobierno -que en síntesis, solo consistía en instar al Gobierno central a prestar ayuda, algo que insistentemente vienen realizando miembros de la Ciudad desde hace semanas en comparecencias públicas- y que tuvo que ver principalmente con la idoneidad de convocar un pleno para este asunto.

Para Gutiérrez, por ejemplo, "no se trata de una emergencia, sino de un repunte en las entradas". El socialista consideró durante su intervención que llevar el asunto a la asamblea simplemente suponía darle una oportunidad a Vox para colocar su mensaje. Máxime cuando, a su juicio, "el problema ya está solucionado después de que la Delegada del Gobierno haya hablado con el Ministerio y Marruecos ya haya puesto sus patrulleras".

A pesar de esta argumentación, el PSOE, al igual que el otro partido con vicepresidencia -el MDyC-, acabó por votar a favor tras la introducción de una modificación poco sustancial en el texto original.

El sendero que abrió Gutiérrez lo transitó con más energía Mohamed Mustafa. El líder de Ceuta Ya! apreció en la convocatoria del pleno "la intención de buscar un todos a una" en un espacio que "no es el más adecuado para estos consensos". Entiende el localista que el valor más simbólico de este proceder va alineado con los intereses particulares del PP, "creando una innecesaria alarma entre la población" diciendo estar "desbordados".

Los planteamientos de Ceuta Ya! asan por "abrazar, educar e integrar" a los jóvenes inmigrantes, "que solo buscan cumplir un sueño, como haría cualquiera", frente a los del Gobierno que "de fondo lo que quiere es sacárselos de aquí". Anunció Mustafa el sentido de su voto en contra y llamó al Ejecutivo local a replantearse su política en esta materia: "Los recursos para acoger a menores no se han mejorado en 20 años y entonces ya estaban desbordados".

Vivas acabaría por intervenir en un punto, cuando el portavoz de los antiguos Caballas puso en cuestión el proceder de la anterior consejera, Mabel Deu, en el caso de la devolución de jóvenes inmigrantes, por el que la investiga la justicia. Dio el presidente la cara por ella, pidiendo respeto a Mustafa, asegurando también no haber utilizado nunca "los casos en los que había enjuiciados muy allegados a su partido". No coincidieron tampoco ahí: "El único que no ha intentado relacionarme o me ha echado en cara el 'Caso Emvicesa' ha sido Gutiérrez", cortó tajante el de Ceuta Ya!.

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