Postigo (CCOO): «No podemos estar sujetos a si se abre la aduana comercial; no es la solución al problema»

El secretario general de CCOO, Emilio Postigo, cumplía en mayo dos años desde su elección para el cargo, un bienio cargado de sobresaltos y momentos críticos para Ceuta

El Consejo de Ministros ha aprobado esta semana ayudas directas para los empresarios ceutíes y melillenses con las que compensar la derogación desde el próximo 1 de septiembre de la bonificación del 50% sobre las cuotas empresariales a la Seguridad Social de las que todavía se benefician los empresarios de Ceuta y Melilla. La medida ha sido contestada por las organizaciones empresariales. ¿Cuál es la opinión de su sindicato?

Como primera reflexión le puedo decir que esta medida puede ser positiva porque evita un cambio que entendemos podía perjudicar tanto a empresarios como a trabajadores. Hay aspectos que  tenemos que estudiar desde el gabinete jurídico de nuestro sindicato para dar una respuesta exacta acerca de si estamos de acuerdo totalmente con estas modificaciones o encontramos algo que pueda perjudicar lo que nosotros defendemos, que es, en este caso, el interés de las empresas y de los trabajadores. Seguimos estudiando el documento. No me gustaría hacer una valoración sin tener clara algunas cuestiones:  hasta que no lo tengamos claro tampoco vamos a hacer una relación ni positiva ni negativa, aunque sí puedo decir que celebramos que haya habido una modificación.

 

Las bonificaciones sobre las cuotas a la Seguridad Social atañen directamente al Régimen Económico y Fiscal de la Ciudad, uno de los pilares de la economía local. Las sucesivas crisis vividas desde 2020 en Ceuta han planteado la necesidad de instaurar un nuevo modelo económico para una ciudad que hasta no hace mucho había confiado su suerte a los movimientos comerciales irregulares que se daban en la frontera. ¿Cuál es el modelo por el que aboga CCOO?

Cuando se pidió tanto a sindicatos como a empresas y asociaciones aportaciones al Plan Integral de Desarrollo Socioecónomico de Ceuta, nosotros hicimos distintas propuestas basadas en el futuro y las nuevas tecnologías. Una de ellas hablaba de la formación en nuevas tecnologías y medioambiente. Tenemos que formar muchos trabajadores en Ceuta para lo que se nos viene encima.

Creo que la Ciudad tiene en cuenta todas esas propuestas que se plantearon, no solo por nuestra parte, y creo que se han de comenzar a desarrollar, porque para eso se hicieron. En ese camino estamos.

Cada vez más, el Gobierno central está obligado a buscar soluciones para esta ciudad. Tenemos  que abrir las puertas a Europa y hallar salidas para dinamizar la economía.  Tenemos que erradicar los problemas que impiden que la gente venga a esta ciudad, como por ejemplo el del precio del transporte. Ceuta ha de ser un punto atractivo para el resto de Europa y la Península.

Lo que no podemos es estar sujetos a si se abre o no la aduana comercial, que es un paso más y sería bueno, pero no es la solución al problema. Además, es algo que no está en manos de este país sino de otro. Ceuta y España tienen que tener claro que hay que buscar una solución que no dependa de la frontera solo.

Tenemos todavía pendiente de negociar convenios colectivos ante los cuales los empresarios muestran una actitud cerrada. Si no se sientan a negociar, posiblemente haya movilizaciones a partir de septiembre.

 

¿Cómo caracterizaría la relación entre sindicatos y organizaciones empresariales en España? ¿Es distinta en Ceuta?

Como es lógico, para CCOO, como sindicato que somos, el futuro pasa siempre por mejorar las condiciones de los trabajadores en todo lo que sea posible. Hemos trabajado con el Gobierno para incrementar el salario mínimo interprofesional y con los empresarios llevamos varios acuerdos para llegar a unos mínimos en los convenios colectivos, que por lo menos haya una subida salarial digna para los trabajadores. En Ceuta hemos firmado un convenio de limpieza y locales que ha mejorado las condiciones salariales de los trabajadores. Tenemos todavía pendiente de negociar convenios colectivos ante los cuales los empresarios muestran una actitud cerrada. Si no se sientan a negociar, posiblemente haya movilizaciones a partir de septiembre. Me refiero a los sectores de  la hostelería y el comercio, que mantienen congelados desde 2015 los salarios y las condiciones laborales.

En la Península se están sentando a negociar. Creo que en Ceuta los empresarios deberían ser más responsables. Todo el mundo tiene derecho a vivir. Los trabajadores de estos sectores dan a su vez vida a los propios hosteleros, pues también salen a comer y a tomarse una cerveza cuando pueden. Pero si los salarios continúan congelados y la inflación sigue subiendo, estos trabajadores poco podrán consumir.

 

El Congreso ha sancionado en esta última legislatura avances en los derechos de los trabajadores que han salido adelante no sin contestación. ¿Corren riesgo estos logros?

Espero que el próximo Gobierno sea responsable y tenga en cuenta que los trabajadores han de mantener su poder adquisitivo. Debemos avanzar, no retroceder. Prácticamente en su mayoría, los avances conseguidos han sido consensuados, no solo con el Gobierno sino también con los propios empresarios. El propio PP ya ha avanzado que no derogará la reforma laboral ni la subida de las pensiones. Espero que estos avances no solo se mantengan sino que se lleven más allá, que se mejoren las condiciones de muchos colectivos que se han quedado atrás.

 

¿Qué opinión le merece la decisión de abandonar la ciudad adoptada en los últimos tiempos por algunas firmas comerciales nacionales?

Estas firmas comerciales se afincaron en Ceuta teniendo en cuenta la apertura de la frontera y el turismo procedente de Marruecos. La situación actual se puede aguantar hasta cierto punto.  No se pueden tener tiendas abiertas que no venden. Estas tiendas han cerrado por este motivo. Si mañana se puede volver a abrir la frontera en las condiciones que entendemos que se debe abrir y pueden venir a Ceuta turistas marroquíes a hacer sus compras, pues creo que recapacitarán y volverán a abrirlas.

 

Una de las reivindicaciones más fieramente defendidas por CCOO es aquella que reclama la municipalización del servicio de limpieza, actualmente en manos de la concesionaria Trace. ¿Cree que el proceso para el paso del servicio a manos públicos llegará a iniciarse?

Creemos que se trata de un servicio esencial, por lo que tiene que estar en manos de la de la administración y no de una empresa privada.  Si una empresa explota un servicio es porque gana dinero. Si lo explota la Ciudad, ese dinero puede revertir en el servicio y mejorar con ello las condiciones de su prestación. La prueba de ello la tenemos en la municipalización del servicio de autobuses. Era un servicio conflictivo año tras año y, al final, hemos conseguido una municipalización que está dando unos resultados positivos, algo que admite la propia administración. La calidad de las condiciones de trabajo ha mejorado, los empleados cobran todos los meses sus retribuciones y, además, la ciudadanía va a percibir una mejora del servicio público de autobuses: se van a incorporarse autobuses eléctricos a la flota, se van a instalar marquesinas en las paradas con referencias de la hora de llegada de los autobuses… Se va a notar la mejoría, y eso creo yo que es lo que pasaría si se municipalizara el servicio de limpieza. La Ciudad y el presidente Vivas se han comprometido a hacerlo, y creo que van a hacerlo llegando a las últimas consecuencias.

Creo que los sindicatos damos mala imagen a los trabajadores cuando no nos unimos para defender los intereses de aquellos a los que representamos.

 

Pero hay otras fuerzas sindicales, como UGT, que se oponen a la municipalización…

Todos tenemos que buscar fórmulas que mejoren las condiciones no solo de los trabajadores sino también el servicio a la ciudadanía. Me extraña que un sindicato como UGT  mantenga esa posición. Nosotros vamos a seguir luchando para que este servicio sea público. Creemos que tiene que ser así. Si otros sindicatos no están de acuerdo, que digan por qué.

 

Sin salir del ámbito de lo público, las relaciones de CCOO con UGT y CSIF en la Ciudad no parecen ser las mejores. ¿Existe un cisma entre los representantes sindicales de los trabajadores de la Administración local?

Las disensiones suelen aflorar cuando las elecciones sindicales están próximas. Es cuando cada sindicato oferta sus propuestas y surgen las tensiones. Nosotros mantenemos nuestra línea ideológica y de actuación. No nos gustan las disputas, no queremos pelear y menos con otros sindicatos. Creo que los sindicatos damos mala imagen a los trabajadores cuando no nos unimos para defender los intereses de aquellos a los que representamos. Las discusiones y los debates han de mantenerse internamente y tenemos que llegar a acuerdos, que creo es lo que tenemos que hacer. Yo no voy a entrar en más discusiones, porque decir algo más es empeorar las relaciones. Tenemos que ser responsables, sentarnos a hablar y buscar fórmulas para mejorar las condiciones de los trabajadores a los que representamos.

 

Hablando de sindicatos, ¿qué opinión le merece Solidaridad, la organización apadrinada por Vox que ya ha conseguido algún que otro delegado sindical en empresas públicas?

Yo no entiendo a un sindicato que se presenta como tal amparado por un partido político que vota en contra de cualquier mejora que beneficie a los trabajadores. Un partido que vota contra la subida del salario mínimo interprofesional, que vota contra la reforma laboral, que vota contra la subida de las pensiones… Yo no sé qué clase de sindicato es ese. Pero cada uno es libre. Si hay personas que prefieren que les represente un sindicato que le quiere rebajar las pensiones, que le quiere quitar derechos laborales, pues allá ellas…

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