La música, las luces y el bullicio que caracterizan las Fiestas Patronales en La Marina han desaparecido, dando paso a un proceso de desmontaje y limpieza que devolverá al lugar su estado habitual. Este proceso, que comenzó en la madrugada del sábado posterior a la semana de festividades, es un ritual tradicional que marca el final de la feria
La zona de atracciones es una de las primeras en ser desmontada. Aunque la mayoría de las atracciones ya han sido desmanteladas, aún quedan algunas de gran tamaño, como "el gato comilón". Debido a su envergadura, estas atracciones requieren de un tiempo adicional para su desmontaje.
El desmontaje de la calle de las casetas, también conocida como la "calle de la fiesta", es un proceso más lento. Cada casetero es responsable de desmontar el interior de su caseta antes de que se proceda a la retirada de la estructura exterior.
Uno de los elementos más emblemáticos de la Feria es su portada. Esta estructura, una de las más complejas de desmontar, ha ido perdiendo su presencia en La Marina de manera gradual pero constante. Aunque el proceso de desmontaje se realiza sin prisa, se lleva a cabo de manera continua hasta que la portada desaparece por completo, marcando el final definitivo de las Fiestas Patronales.
