Los festivales infantiles en los colegios son los encargados de dar el pistoletazo de salida a la Navidad, y con él vienen los agobios, los apuros y los quebraderos de cabeza de los padres. ¿Te suena el tema? creo que sí.
Estos festivales tienen el poder de aportar a los padres infinita satisfacción, pero a la vez muchísimo estrés, pues la preparación de la indumentaria, disfraz o como quiera que lo llamemos requiere tiempo y mucha paciencia.
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