Marlaska inaugura en Madrid la exposición «200 años de historia de la Policía española»

La muestra es uno de los eventos más relevantes organizados por la Dirección General de la Policía dentro del programa conmemorativo del Bicentenario del Cuerpo

Un momento de la inauguración de la exposición (POLICÍA NACIONAL)
photo_camera Un momento de la inauguración de la exposición (POLICÍA NACIONAL)

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha inaugurado este sábado la exposición «200 años de historia de la Policía española», destacando sus dos siglos de existencia como los cimientos que han construido “una institución crucial e indispensable” para la democracia española. Durante su intervención en el Pabellón de Convenciones de la Casa de Campo, en Madrid, el ministro ha afirmado que la capacidad de adaptación de la Policía y la profesionalidad y vocación de servicio público de sus agentes ha convertido al Cuerpo «en una de las instituciones más queridas y valoradas por la sociedad».

Grande-Marlaska ha recordado la creación de la Policía General del Reino «en los albores del siglo XIX, en el marco del proceso de reformulación general del concepto de Estado», como el origen de la Policía actual, “cuando las ciudades asumieron un nuevo rol como espacio de vida y convivencia en el que era necesario garantizar el bien y la seguridad pública”.

El titular de Interior ha finalizado sus palabras celebrando el bicentenario como «una colosal obra colectiva» construida a lo largo del tiempo «por hombres y mujeres que han dado lo mejor de sí mismos en beneficio de la sociedad».

A la inauguración de la exposición han asistido también, entre otras autoridades, el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín, el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, y el director general de la Policía, Francisco Pardo.


Documentos, armas, vehículos y escenografías

La exposición «200 años de historia de la Policía española» es uno de los eventos más relevantes organizados por la Dirección General de la Policía dentro del programa conmemorativo del Bicentenario del Cuerpo. Instalada en el Pabellón de Convenciones de la Casa de Campo, podrá visitarse de forma gratuita todos los días de la semana hasta el próximo 12 de mayo, en horario de 10.00 a 20.00 horas.

La muestra se vertebra en torno a un discurso cronológico marcado por los hitos más relevantes de la historia policial, dentro de la evolución de la política y la sociedad española y siguiendo el hilo de las distintas denominaciones del Cuerpo hasta la unificación en 1986 bajo el nombre de Cuerpo Nacional de Policía: Policía General del Reino, Cuerpo de Orden Público, Cuerpo de Vigilancia, Cuerpo de Seguridad, Cuerpo de Vigilancia y Cuerpo de Seguridad, Cuerpo General de Policía y Policía Armada y de Tráfico, Cuerpo Superior de Policía y Cuerpo de Policía Nacional.

El recorrido se abre con los motines de 1766 que llevaron a Carlos III a crear por Real Cédula la Superintendencia General de Policía de Madrid. En la Constitución de 1812 ya se encuentran las bases del cuerpo que encontrará el avance más notable durante el Trienio Liberal (1820-1823), con la formación de Comisiones a Cortes para la creación de una policía alineada con los modelos europeos.

En 1822 se redactó el Reglamento provisional de policía, el primero impreso que entró en vigor. José Manuel Arjona, primer superintendente general del Reino, representa la continuidad entre los trabajos del Trienio y la culminación de todo el proceso de creación de la Policía General del Reino en 1824. Su retrato y los documentos se han integrado en la exposición.

Se exhiben también los principales textos fundacionales: Real Decreto de 8 de enero de 1824, Real Cédula de 13 del mismo mes y Reglamento de Policía de 20 de febrero. Se trata de un cuerpo civil, autónomo y laico que por primera vez cuenta con una organización y una articulación de los mecanismos de comunicación y acción entre las diferentes intendencias y subdelegaciones y el superintendente general.

Entre 1824 y 1874 se avanza en la consolidación de las estructuras de la policía, así como en los procedimientos, actuaciones y tipologías documentales propias de la función policial, como la realización de un censo anual y la elaboración de estadísticas (pasaportes, delitos o reos), que pueden verse en las vitrinas y en los audiovisuales de cada etapa cronológica. Aunque la Superintendencia General de Policía se suprimió, las estructuras e intervenciones se mantuvieron.


Restauración y crisis de fin de siglo

En el periodo de la restauración de la Monarquía en 1874 y de la crisis de fin de siglo (1898) se da protagonismo al Cuerpo de Seguridad (fotografía histórica, uniformes, impresos, emblemas, armas, miniaturas, etc.), y a los primeros casos que obtuvieron gran repercusión en los medios de comunicación: el hombre lobo de Allariz o el parricidio de Carlota Pereira; así como a la intensificación de la acción anarquista con atentados y los magnicidios de Dato, Canalejas, Cánovas y Prim.

Cuatro escenografías acogen sendos gabinetes insertados en la línea del tiempo de la exposición. El espacio reservado para la policía en Ultramar (Cuba, Puerto Rico y Filipinas) muestra piezas que ponen de manifiesto la estructura y acción en aquellos territorios.

El Gabinete de Antropometría y Dactiloscopia se centra en los primeros pasos de la ciencia y técnica policial para la identificación. Como pieza excepcional se exhibe la ficha policial y dactiloscópica del anarquista Ferrer Guardia. También se recorre la trayectoria de personajes que renovaron la técnica policial, como el comisario Fernández Luna, determinante en la resolución del robo del Tesoro del Delfín del Museo del Prado.


De la Primera República hasta la actualidad

De la República y Guerra Civil se exhiben uniformes, armamento, manuales, emblemas, fotografías y miniaturas que ilustran el relato de los cuerpos policiales en aquellos años. Al finalizar la contienda se presenta un tercer gabinete sobre la Escuela Nacional de Policía y el Museo policial, con vitrinas del antiguo museo, textos y apuntes del alumnado, obras, fotos y distintivos del profesorado.

En el ámbito dedicado a los años posteriores a 1940 se recrea un cuarto gabinete sobre la función documental de la Policía, que expedía el tradicional pasaporte y el nuevo DNI creado en 1944. Junto a la evolución de pasaportes y DNI se presentan las falsificaciones que realizó Domingo Malagón para miembros del PCE: los DNI falsos de Santiago Carrillo y el pasaporte de la Pasionaria.

Tras la guerra civil, la exposición entra en un túnel con espacios dedicados a la década de los 40, 50, 60 y 70, vinculados a la relación entre la sociedad y los dos nuevos cuerpos: General y Policía Armada. Una vitrina se ocupa de la Banda Sinfónica de la Policía, cuyo antecedente directo fue la Banda y Música del Cuerpo de Seguridad y Asalto, formada en 1933 por Pascual Marquina, y a partir de 1941, la Banda de Música de la Policía Armada y de Tráfico.

Al final del túnel y de la década de los 70 se abre una nueva etapa marcada por el terrorismo nacional e ilustrada con artefactos diversos y con el informe de la Policía Científica sobre el atentado a Carrero Blanco. Los denominados «años de plomo» determinaron tanto la transición y democracia como la evolución de las estructuras policiales, con las nuevas denominaciones de los Cuerpos, las reformas en la formación, la incorporación de la mujer y la unificación de 1986 con la creación de un solo Cuerpo: la Policía Nacional.

La exposición se ocupa también de la creación del GEO, para operaciones especiales, de los TEDAX, para la desactivación de artefactos explosivos, y del vertiginoso desarrollo de la investigación científica. Ya en democracia, la Policía afrontó la seguridad de grandes eventos que pusieron a España en el mapa de la seguridad mundial como país solvente: la primera visita del Papa, la Expo de 1992 y los Juegos Olímpicos de Barcelona.

La policía y la sociedad siguieron sufriendo en democracia el terrorismo de ETA, al que se sumó en el siglo XXI el terrorismo internacional y yihadista. La muestra exhibe también vehículos antiguos: un 1500, el primer helicóptero, los últimos drones incorporados y el papamóvil.

Las últimas áreas expositivas se centran en la policía actual, con presencia de las diferentes especialidades y unidades de actuación: narcotráfico, terrorismo, seguridad ciudadana, cooperación internacional, ciberdelincuencia, documentación y extranjería y fronteras. El recorrido se cierra con la policía del futuro y la inclusión de dos gráficas dedicadas a la Fundación Policía Española y al Centro Universitario.

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