Hay historias que sorprenden por más que sean explicadas y una de ellas es la del joven que, en la madrugada del pasado miércoles, se fugaba durante un traslado al Hospital Universitario desde el Centro de Menores de Punta Blanca.
Con una orden de búsqueda a sus espaldas por una fuga anterior y una condena de dos años por robo, este joven decidía entregarse a la Policía Nacional el pasado martes, acompañado de otros jóvenes en su misma situación, según relatan fuentes del entorno del joven.
El adolescente fue condenado a dos años por la comisión de varios robos con violencia e intimidación cuando no había cumplido la mayoría de edad, por lo que, según las mismas fuentes, se entregó con la creencia de que, una vez cumplidos los 18 años, sería internado en la prisión de Fuerte Mendizabal y no en el Centro de Punta Blanca, pero no se cumplieron sus supuestos y fue de nuevo recluido en el centro de menores, lo que le hizo tramar una una fuga, que llevo a cabo en pocas horas tras entregarse.
El joven supo en marcha un plan para ser trasladado al Hospital Universitario. El traslado se llevó a cabo sin incidente alguno. El funcionario a cargo del traslado lo dejó 'engrilletado' en una de las camas de urgencias. Tras practicarle las pruebas pertinentes, se procedió al realizar su traslado de nuevo a Punta Blanca y, según testigos presenciales, cuando el joven salía de las urgencias hospitalarias, éste aprovechó para darse de nuevo a la fuga tras golpear al policía que iba a introducirle en el furgón policial.
Su huida fue presenciada por un numeroso grupo de personas que disfrutaban de la noche, a la fresca, en las inmediaciones del centro hospitalario y según han relatado a Ceuta Actualidad "corría como si le persiguiesen", comentaban con sorna, tanto que los efectivos de la Policía Nacional no fueron capaces de alcanzarlo.
Ahora, sobre el joven del Príncipe pesa, de nuevo, una orden de búsqueda y captura y más causas por las que será enjuiciado.
