«La suerte es donde confluyen la preparación y la oportunidad». Con esta frase de Séneca, Javier Bernal García, directo del Conservatorio de Ceuta, ha querido despedir a los 15 alumnos que se han graduado en este curso. La tarde ha sido muy especial para quienes integran el Conservatorio Profesional de Música de Ceuta, pues han podido celebrar el Acto de Fin de Curso.
Los tutores han hecho entregada de un detalle, un diploma y una banda a los alumnos que se graduaron. También han nombrado a aquellos que no han podido asistir por diferentes razones, dejando saber lo importante que han sido todos para el conservatorio.
Bernal ha transmitido su alegría y tristeza en este acto. La primera al ver cumplidos los objetivos y tristeza porque son «una pequeña familia» tras los años de formación y toca «despedirse».
El director del Conservatorio no ha dejado escapar la oportunidad de transmitirles unos últimos consejos antes de presentar las piezas que los alumnos ya graduados han interpretado junto a sus profesores.
Como en todo, los gustos de los alumnos por el instrumento elegido son muy diferentes. Mucho piano, violín y alguna trompeta, pero ningún oboe o tuba. Sobre filias musicales, Bernal sí se ha querido pronunciar, señalando que los alumnos se decantan por instrumentos más conocidos y entre ellos se encuentra la guitarra pero que «intenta» que se abran a otras posibilidades, con instrumentos sifónicos. De las fobias, el director del centro no quiere ni oír hablar. «Me pones en un compromiso» ha indicado para asegurar que todos los instrumentos tienen su duende y que todos ellos son imprescindibles en una composición sinfónica.
