El vicepresidente segundo y consejero de Educación y Cultura, Carlos Rontomé, acompañado por el director general del área, Javier Celaya, ha analizado este miércoles con la adjudicataria del contrato para el servicio de limpieza de los colegios, Servilimpsa, la posibilidad de resolver el contrato de mutuo acuerdo.
"Una resolución que deberá ahora ser analizada en profundidad por los servicios de la administración, de cara a que resulte viable tanto jurídica como administrativamente", explican desde el Gobierno.
De llevarse finalmente a cabo, la Consejería de Educación y Cultura tiene previsto licitar un nuevo contrato para prestar el referido servicio. Sin embargo, como dicha licitación se realiza por vías de contrato mayor, y requiere unos plazos que se dilatarán, ha considerado encargar una encomienda a Tragsa para que se encargue de las labores hasta que se adjudique el nuevo contrato, y con la subrogación del personal que actualmente realiza las tareas.
Un acuerdo que, en primera instancia para CCOO- sindicato que denunció la situación en la que se encontraba el personal- "es buena", pero desliza que presenta algunas lagunas. "Pedíamos que se garantizasen los puestos a los trabajadores, pero el consejero no ha aclarado si se va a volver a contratar a los seis trabajadores despedidos", señalan desde la central sindical. En este sentido, también deslizan que no se ha aclarado si el personal se subrogará a la nueva empresa adjudicataria del contrato.
Desde CCOO señalan que van a esperar "un tiempo prudencial" para que la Consejería les explique las condiciones acordadas con Servilimpsa, pero avisan que de transcurrir "un par de semanas" y no obtener respuesta, barajarán la opción de volver a la calle "siempre que los trabajadores nos lo pidan".
