Las obras de mantenimiento que se ejecutan en el colegio «Mare Nostrum» han dejado al centro indefenso ante las lluvias que se han venido registrando en la ciudad. Esta es la explicación que la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) del colegio ofrece a las filtraciones de agua que se han venido registrando en las instalaciones y que han afectado al normal desarrollo de las clases.
«Son unas obras que se demoraron y no comenzaron hasta el pasado 15 de agosto, de modo que nos hemos encontrado que el curso se ha iniciado y los trabajos aún no han terminado», explica a Ceuta Actualidad la portavoz del Ampa, Yolanda Carrera. El propósito de la obra era restaurar los daños que la falta de mantenimiento había dejado en el colegio: grietas en las paredes, remoción del techo y arreglo del patio del recreo, entre otras actuaciones.
Las precipitaciones caídas este octubre han ocasionado filtraciones de agua, facilitadas por el hecho de que los operarios habían retirado el sistema de aislamiento como parte de los trabajos que estaban desarrollando. Esta situación obligó el centro a suspender las clases el pasado viernes, ya que las goteras en las aulas resultaban evidentes. La única zona no afectada ha sido el aula de Infantil, una instalación de reciente construcción.
Los problemas se han vuelto a reproducir este lunes. El centro ha remitido a los padres y madres un mensaje a primera hora de la mañana por el que les informaba de que las clases de los niños de 5º y 6º de Primaria quedaban suspendidas ya que el primer piso del edificio, donde se encuentran las aulas donde se ubican estos cursos, estaba impracticable.
«Los más pequeños están en el colegio, pero no sabemos en qué condiciones se están dando las clases –continúa la portavoz del Ampa- Sabemos que los niños están cuidados por los maestros, que desarrollan una labor extraordinaria, pero las aulas no están ni para que ellos den clase ni para que los niños las reciban».
Los padres y madres han mostrado su preocupación por una situación que afecta a las condiciones en las que los docentes desarrollan su trabajo. «No sabemos ni qué solución puede darse ni si llevar a los niños al colegio resulta seguro», lamenta Carrera, quien, pese a todo, ha destacado el interés que el centro ha mostrado por encontrar un modo de resolver la situación. El Ampa reclama a las autoridades educativas que adopten medidas para ofrecer garantías de salubridad y seguridad a los niños mientras están en clase.
La representación de los padres y madres tiene previsto mantener una reunión para valorar qué estrategia adoptar.
