"Por delante del derecho a la educación las autoridades sanitarias tienen que marcarnos el paso"

Lobato: "Los docentes tenemos un miedo sano pero confiamos en contar con sanitarios y medios"

"Los centros pueden ser focos de expansión del virus si no se toman todas las medidas sanitarias y además un peligro para docentes y alumnos; espero que no se racanee para contar con personal sanitario en los centros”

El secretario genral de FeSP-UGT, Francisco Lobato (C.A./ARCHIVO)
photo_camera Francisco Lobato, presidente de la Junta de Personal Docente no Universitario (C.A.)

¿Qué va a pasar con el nuevo curso escolar? Sin duda que son múltiples las preguntas y muchas las respuestas pendientes. ¿Será suficiente el plan de contingencia que se ha elaborado para afrontar toda clase de eventualidades?

La comunidad educativa tiene por delante el curso más imprevisible. El presidente de la Junta de Personal Docente no Universitario, Francisco Lobato, recuerda que estamos a menos de dos semanas para que supuestamente comiencen las clases: "Hay preocupación. Hay una serie de protocolos y planes de contingencia que me consta que ya están hechos pero que no son públicos". 

Los docentes no han sido informados por ahora y "tienen la incertidumbre sobre lo que va a pasar cuando el 10 de septiembre los alumnos se tengan que incorporar". Es obvio que no sólo los profesores sino también los padres, la ciudadanía en general necesita conocer los planes. 

Planes de contigencia

Los planes de contingencia se han realizado con la ayuda de cada uno de los directores "que son los que mejor conocen los centros escolares", según reconoce Lobato, y por eso piensa que los planes serán "unos buenos planes, pero teniendo en cuenta siempre lo bueno que puede ser algo en la situación que estamos". Lo que se viene a pedir es que respondan a la realidad que tenemos. 

Las reuniones han sido entre la Dirección Provincial, la Consejería de Educación, la Consejería de Sanidad y el director provincial del INGESA y lo que preocupa a los profesores es saber con qué medios se cuenta para poner el marcha el plan. Lobato enumera las necesidades: "Hace falta más docentes, más personal de limpieza y sanitarios, y fundamentalmente dinero para poder llevar a cabo todo eso". 

El presidente de la Junta de Personal Docente explica que "faltando el tiempo que falta, el personal docente lo tiene que aprobar el Ministerio y es verdad que hay aprobada una partida para el cupo de docentes que necesita Ceuta, un grupo de profesores interinos a los que hay que contratar, pero cuyo número no se conoce porque el Ministerio de Hacienda no le ha dado el visto bueno". Por tanto, falta "algo tan simple como una firma". 

Esos interinos tienen que estar en los centros educativos el día 1 o el día 2 y debe procederse a realizar un acto de adjudicación de interinos "que no se puede retrasar más", según Lobato. 

Aparte del aumento de cupo del profesorado, otra circunstancia calificada por Lobato como "sangrante" es que la Ciudad Autónoma recibirá siete millones de euros para Educación. El sindicalista se queja de que este dinero no se use para ese fin por "las argucias legales" del Gobierno que pretende enjugar las deudas municipales. 

En septiembre serán más de veinte mil alumnos los que comiencen las clases y si las cosas no se hacen bien "los centros pueden ser unos focos de expansión del virus si no se toman todas las medidas sanitarias y además un peligro para docentes y alumnos". 

En general, el profesorado no ha participado en los planes de contingencia porque este se ha elaborado en época de vacaciones. Los directores "sé que han hecho un esfuerzo porque han dejado parte de su descanso para aportar en los mismos". Todo aquel profesor que no se haya puesto en contacto con su equipo directivo no conoce el plan a estas alturas, afirma Lobato, que insiste en que los equipos directivos son quienes conocen bien cada centro y cómo se tienen que adaptar los planes. 

Preguntado Lobato por si los planes pueden modificarse por la comunidad educativa, nos responde que "en principio no hay tiempo material salvo que encontráramos algo verdaderamente perjudicial". Sabemos que hay un tronco común establecido por la Dirección Provincial que contemplaba dos turnos en colegios (de 8:30 a 11:00h y de 12:00 a 15:00h) y en los institutos en días alternos con clases y educación telemática. La Junta de Personal entiende que las autoridades sanitarias "habrán hecho algunas modificaciones" tras su revisión. 

Clases telemáticas

Según Lobato, la solución ideal es que el diez de septiembre todos los alumnos fueran a clase sin que hubiera ningún problema con el covid y todos aprovecharan sus cinco horas presenciales y se desarrollara la educación como siempre, también con las dificultades de siempre, añade el sindicalista. "Esto es inviable" en estos momentos, asevera Lobato: “Por si había alguna duda, el incremento de casos y la expansión del virus ya nos advierte que la cosa va a estar muy complicada para las fechas del inicio de curso". 

Cupo de profesores

A día de hoy no se conoce cuál será el cupo de profesores que "es fundamental". El trabajo que se ha realizado en este tiempo de verano no ha culminado con quienes tienen en su mano la capacidad de designar recursos humanos y el dinero recibido: "Son los que están fallando".

¿Cuántos interinos se necesitan para que el curso escolar pueda empezar y aplicar el plan previsto? Francisco Lobato matiza que todo es subjetivo y añade que "existen unos mínimos que son indiscutibles" para hacer el siguiente símil: "Si este año que ha terminado, con las dificultades que ha tenido y demás, en un colegio equis ha habido seis aulas de Educación Infantil y doce de Educación Primaria, siendo atendidas por un número determinado de profesores, este año el número de alumnos será más o menos el mismo, pero se duplica el número de aulas porque serán dos turnos. Ahora, cada clase de 28, por la distancia de seguridad y porque el máximo es 15, se convertirá en dos clases de 14 alumnos. Si tuviéramos un aumento de 400 docentes, que sería lo idóneo, con ellos se podrían duplicar realmente las aulas y tendriamos por ejemplo una clase por la mañana y otra por la tarde con sus cinco horas de jornada".

Esto que no deja de ser un deseo de Lobato,  es muy difícil que se haga realidad: "El Ministerio de Hacienda no va a autorizar ese número", lamenta el sindicalista. Otra cifra que se barajó en el seno del Foro de la Educación fue el incremento de un 25% de los docentes (1.300 son ahora). El aumento de cupo de esta forma sería de algo más de 300 profesores. "Con ese número se supone que podría iniciarse el curso con un cierta normalidad", afirma Lobato.

Pero lo más probable es que las cifras de los nuevos profesores que se incorporen esté más cerca de los 150 docentes en el mejor de los casos. Con ese número no se pueden doblar las aulas para separar a los estudiantes por seguridad: "Se trataría entonces de duplicar el número de aulas con menos horas de clase y por eso se habla de dos turnos de tres horas. Sería el mejor de los escenarios con el incremento de cupo de 150 que sería ahora el mejor escenario porque ni el Ministerio ha pedido más docentes ni Hacienda lo iba a autorizar".

Lobato recuerda que el año pasado el MEFP solicitó un aumento de cincuenta docentes "por la carencia que teníamos para compensar la reducción de horas lectivas. Y lógicamente, la carencia es ahora mayor. Nunca vendrán los profesores necesarios y ojalá me equivoque".

10 de septiembre

El presidente de la Junta de Personal Docente es partidario de que empiece el día 10 el curso "porque es lo que está previsto en Ceuta y en las demás comunidades (día arriba día abajo) y que las clases sean presenciales fundamentalmente porque es primordial, sobre todo en las etapas infantiles y de Educación Primaria. Esas son etapas de sociabilización donde la ausencia de los chicos es algo muy perjudicial y porque esos alumnos no tienen todavía una destreza en el uso de las redes telemáticas y tienen bastantes carencias". En Educación Secundaria, nos explica Lobato, "la cosa no es tan grave y por eso se habla de clases alternas, un día presencial y un día telemática".

Pero la Junta de Personal Docente tiene como una máxima lo que digan las autoridades sanitarias: "Tienen que ser las autoridades sanitarias fundamentalmente las que nos marquen el paso, por encima incluso de los derechos de los alumnos a la educación. No puede ser que se corra el riesgo de que el virus se expanda y pueda llegar a acarrear muertes como ha ocurrido en muchísimos sitios, incluso en Alemania, Italia o Francia donde han empezado antes las clases por el clima. En esos países muchos colegios han tenido que cerrar porque comenzaban los brotes"

Lobato, con mucha cautela, opina que aquí podían comenzar las clases con las medidas protocolarias adecuadas "pero en el momento que la cosa empeore y las autoridades sanitarias estimen que pueda haber un riesgo serio en clases presenciales, tendriamos que pasar con todos los problemas que supone a una educación telemática. Esperemos que a eso no haya que llegar".

En los planes de contingencia y en el documento que han elaborado las autoridades sanitarias se recogerán una serie de indicaciones, consejos y orientaciones para los docentes. También se confía en que haya personal sanitario en los centros educativos: "Nos lo han dicho, pero no soy optimista porque mi experiencia me ha hecho ver que muchas veces no se cubren las necesidades que se detectan por cuestiones económicas o por lo que sea; no se concretan. Pero esperemos que así sea esta vez, que en esta situación tan problemática que tenemos no se racanee y desde septiembre haya personal sanitario en los centros. Es fundamental con pandemia y sin pandemia, pero con pandemia es una cuestión de vida o muerte. Ese personal será el que diga a los profesores la actuación a seguir cuando se dé algun caso o ante la situación que se plantee".

Este año en particular, el docente tiene sobre sus espaldas un extraordinario plus de responsabilidad. Le hemos preguntado a Francisco Lobato cómo puede soportar esta presión psicológica un docente: "Lo haremos como siempre, con la profesionalidad que caracteriza a los profesores y con el esfuerzo que tendrán que hacer. No nos la va a quitar nadie. Va a estar siempre ahí el miedo a que pueda haber en un momento un caso positivo, el problema de contagio, la responsabilidad sobre lo que pueda ocurrir... Eso va implícito, no solamente ahora, sino en cualquier momento. Es verdad que este año el asunto se complica. Todos los docentes estamos en una situación en la que tenemos un miedo sano, lo cual no quita que se vayan a hacer todos los esfuerzos, pero esa situación existe y esperamos que entre las consignas, los planes de contingencia, los cupos de docentes que hacen falta y que el dinero se dedique a poner medios, como responsables sanitarios, geles, termómetro. También sería importante que se hiciera a principio de curso la prueba a los docentes para asegurarnos de que no haya casos asintomáticos. Estará con nosotros esa responsabiliad durante todo el curso mientras no haya vacuna".
Lobato remarca que es difícil tener una visión de futuro en este tema. Con una semana de antelación no se puede prever nada, nos dice. La cosa ha cambiado de manera radical, lamenta Y “cualquier previsión estaría condenada al fracaso", asegura el sindicalista.

El mensaje de Francisco Lobato a los profesores

"Hay que seguir con la buena voluntad que siempre hemos tenido y el esfuerzo que hemos hecho siempre. Va a ser un curso muy difícil, pero igual que otras veces hemos afrontado situaciones problemáticas, esta va a ser una de ellas y yo estoy convencido de que con el buen trabajo de todos los docentes, y quiero creer que del resto de la comunidad educativa, al final vamos a salir para adelante. Con esa esperanza y de que llegue la vacuna es con la que nos tenemos que quedar".