Los tránsitos a través del paso peatonal de El Tarajal II han comenzado a aproximarse a los números que la Delegación del Gobierno previó en el momento de su inauguración hace poco más de un año. Aquel día, el 27 de febrero de 2017, más de 4.000 personas cruzaban desde Marruecos hacia los polígonos comerciales en un tráfago de gente tan desordenado que obligó, apenas cinco días más tarde, a clausurar el paso durante una semana.
Las medidas adoptadas a lo largo del año sirvieron para afinar el funcionamiento de El Tarajal II, que durante meses ha venido canalizando un tráfico peatonal que se ha cifrado en el entorno de las 2.000 personas diarias. En las últimas semanas, este volumen de paso se ha incrementado hasta situarse por encima de los 3.000 porteadores, cerca de los 4.000 en los que las autoridades españolas cifran la capacidad de la infraestructura.
El propio delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, no ha querido perder la oportunidad de celebrar esta nueva situación como el resultado de las medidas adoptadas a lo largo de todo el año. “El Tarajal II está experimentando un uso creciente, lo que hace pensar que las medidas que se diseñaron en su día desde Delegación no estaban del todo desenfocadas”, manifestaba este miércoles.
Pese a los análisis previos, 2017 ha acabado siendo un año en el que las autoridades españolas y marroquíes se han visto abocadas a improvisar medidas sobre la marcha para garantizar la eficiencia de un paso que nació para acabar con el caos que se generaba en el entorno del viejo Biutz. Las crisis no han faltado a lo largo de estos meses, fundamentalmente determinadas por la muerte de porteadoras en el lado marroquí de la frontera.
En enero dos mujeres fallecían víctimas de una avalancha cuando aguardaban a entrar en Ceuta. Estas muertes se sumaban a las cuatro que, en similares circunstancias, se registraron desde marzo.
Hasta llegar a la “mejora” que celebra el delegado, España y Marruecos se han visto obligadas a improvisar medidas que, con desigual fortuna, han conducido a El Tarajal II a su situación actual: controles de tamaño y peso de los bultos, expedición de tarjetas para el control de los porteadores, imposición a los comerciantes de establecer planes de seguridad… En lo que concierne a esta última medida, sólo los empresarios del polígono comercial Tarajal 2 han diseñado un plan que ya ha comenzado a mostrar su eficacia sobre el terreno. Estos empresarios han sido, precisamente, los promotores de una iniciativa que, consensuada con las autoridades marroquíes y españolas, pretende conseguir que las porteadoras dejen de cargar bultos a la espalda para pasar a transportarlos en carritos.
Aunque se confirme la “pacificación” de El Tarajal II que proclama la Delegación, todavía quedará pendiente la reordenación del tráfico rodado por el puesto fronterizo de El Tarajal I. La promesa de un nuevo paso junto a las instalaciones de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) y el compromiso de una reforma integral de las infraetructuras fronterizas que, como poco y a juzgar por las partidas incluidas en los Presupuestos Generales del Estado, no estarán terminadas, como poco, hasta después de 2021.
