EL NÚMERO DE MENAS AUMENTA por las fiestas

Un billete a la Península en Feria

El número de menores extranjeros no acompañados interceptados por la Policía en las calles de la ciudad durante julio duplica la media de los meses anteriores. Los jóvenes ven en el tráfago de los camiones de los feriantes hacia la Península una oportunidad para alcanzar Europa. 

Dos agentes inspeccionan los bajos de un camión durante uno de los dispositivos "Fin de Feria"
photo_camera Dos agentes inspeccionan los bajos de un camión durante uno de los dispositivos "Fin de Feria"/ C.A./ARCHIVO

La Feria de Ceuta comienza el próximo día 1, pero la atención informativa de los medios nacionales no se detendrá sobre ella hasta después de que los fuegos artificiales hayan anunciado su conclusión. El interés periodístico se centrará entonces en el dispositivo que, pocas horas después de terminada la fiesta, desplegarán las fuerzas de seguridad para evitar que grupos de migrantes accedan a los barcos que devolverán a los feriantes a la Península. La operación “Fin de Feria” se saldó el año pasado con la interceptación de 82 extranjeros que, ocultos en los camiones que transportan las atracciones e instalaciones de feria, intentaban ganar un pasaje clandestino hacia Algeciras.

Las fiestas locales constituyen un reclamo para muchos migrantes que ven en el trasiego de los feriantes una oportunidad de alcanzar Europa. Este poder de atracción también ejerce su influencia sobre los menores.

Según fuentes policiales, el número de menores de edad extranjeros que han sido interceptados en Ceuta en el presente mes duplica la media registrada para anteriores periodos. El número de menores no acompañados descubiertos por la Policía en julio ha superado la cuarentena. La media de los últimos meses se situaba en torno a la veintena.

La operación “Fin de Feria” del pasado año se saldó con la interceptación de 15 menores, junto a los cuales la Policía Nacional y la Guardia Civil detuvieron a 45 marroquíes, uno de ellos una mujer, y 22 argelinos adultos. Estas cifras duplicaron las registradas en 2015.

La experiencia de policías y guardias civiles deja constancia de los distintos expedientes empleados por los migrantes, muchos de ellos menores, para acceder como polizón al barco que esperan les conduzca a Europa. Los agentes los han hallado ocultos en huecos de las cabezas tractoras de los camiones o en mercancías almacenadas a la espera de ser cargadas. También les han sorprendido a la carrera por las rampas de acceso al barco aprovechando un descuido de la tripulación de buque escogido o, incluso, trepando por las pasarelas.

 

“Menas”

La presencia de los menores extranjeros en la ciudad dio lugar hace unos meses a una campaña que vinculaba la estancia de estos adolescentes en Ceuta con un incremento del número de delitos. Organizados a través de las redes sociales, centenares de ceutíes participaron en dos manifestaciones reclamando mayores medidas de seguridad, actos en los que se emboscaba una malquerencia hacia los denominados “menas”.

La efervescencia de aquellas movilizaciones se ha reducido, sin embargo, hasta el punto de que la “rebelión” de estos grupos de ciudadanos ha dejado de ser una preocupación política para los gestores de la Delegación del Gobierno y la Ciudad. Pero, con todo, el mensaje de criminalización de los menores ha dejado poso.

Pese a todo, y según datos de la Ciudad, el número de menores extranjeros acogidos por los servicios de asistencia municipal se redujo en un 90% de enero a junio. Los servicios de menores pasaron de tutelar a 212 jóvenes a comienzos de año a 140 a final del semestre.