Sin ningún efecto disuasorio

La construcción del muro no frena la incesante presión migratoria en el Puerto

Todo refuerzo parece insuficiente para impedir que los jóvenes campen a sus anchas por las instalaciones y se jueguen la vida

Nada ni nadie frena a los menores extranjeros no acompañados en su intento de colarse en los barcos, del modo que sea, para como polizones alcanzar la Península.

La obra del puerto se presentó en su día por todo lo alto con la presencia en Ceuta del presidente de Puertos del Estado, Salvador de la Encina. Tres metros de altura de un muro que trata de impedir el acceso de migrantes menores y adultos a las zonas de acceso restringido.

Una construcción de 2,3 millones de euros que terminará el próximo año pero que de momento ningún resultado está dando. La presencia de menores en el puerto tiene sus repuntes pero últimamente es constante y las obras se han convertido en otro reto a superar para estos jóvenes que continúan arriesgando sus vidas, trepando por muros de hormigón y vallas para conseguir su propósito. No parece que esta sea la solución.

Estos días el presidente de la Ciudad ha insistido en el fenómeno migratorio, en concreto, ha manifestado que en Ceuta había en las calles un 70% más de menores y que la situación era insostenible. Que el Estado debía actuar sin dilación y hacerse cargo de ellos, estableciendo un reparto equitativo y solidario entre las distintas comunidades autónomas.

Por otro lado, conocimos la intención del Gobierno de la Nación de terminar un modelo de actuación a través del cual durante los primeros días o semanas se haría cargo de los menores extranjeros no acompañados antes de distribuirlos por las diferentes autonomías.  

Según el proyecto, el Gobierno contempla crear una red de centros de primera acogida dependientes de la Administración General del Estado, con lo que el Ejecutivo acogería temporalmente a estos menores antes de derivarlos a las comunidades autónomas. El objetivo es que haya un reparto más equilibrado de estos menores migrantes en el territorio español. A fecha 31 de octubre, hay 12.786 niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados en territorio español, la mayoría en Andalucía, Melilla y Ceuta.