Delegación recibe 130 informes de menores marroquíes de los 500 solicitados

Seis meses después de la crisis de mayo, las cifras de los niños acogidos bailan a diario. El Gobierno reconoce que “han desaparecido” más de 700 en los últimos tres meses, pero no ofrece una explicación detallada al respecto

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photo_camera El Área de Menores acoge 440 menores, 700 menos que hace tres meses. (ARCHIVO)

El Área de Menores de la Ciudad ha remitido en el último mes a Delegación del Gobierno más 130 informes individualizados de los menores que accedieron durante la avalancha migratoria de mediados de mayo. Tal y como ha anunciado el presidente Vivas en más de una ocasión, dichos informes comenzarían a estar dispuestos para octubre. De esta forma, una de las partes parece que comienza cumplir con los plazos que se marcaron el pasado verano y que fijaban en la primavera la fecha para retomar las devoluciones, ahora sí, en cumplimiento de la legislación. Un plazo que por parte de la institución de la plaza de los Reyes consideran todavía viable, aunque aclaran que será de forma escalonada, y “según se resuelva cada caso”. “Estamos avanzando. Es un procedimiento muy amplio”, matizan.

Insisten, asimismo, que se trata de un proceso tedioso, gradual, “nunca antes implementado en nuestro país”, pero que está contando con la implicación absoluta de todas las partes, al menos, de dos. Ya que, la tercera y última que determinará la conclusión de esta fase preliminar, se encuentra al otro lado de la frontera, y todavía no ha entrado en juego. La institución que lidera Salvadora Mateos también debe solicitar a Marruecos a través de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, un informe individual sobre “las circunstancias familiares” de cada niño en su país de origen. Trámite que se encuentra en pausa hasta contar con el grueso de los 500 informes que ha solicitado a la Ciudad. “Sin esa información detallada, tan solo disponemos de datos ambiguos que impiden al país vecino localizar de qué menor se trata”, puntualizan fuentes de Delegación.

Destacan, no obstante, que el proceso está “vivo y avanza”. Pero después de dos meses tan solo se han dado unos discretos pasos en una auténtica carrera de fondo. Para proceder con el inicio de la siguiente y última fase que marca el Reglamento de Extranjería, sendos documentos (el del Área de Menores y el remitido por las instituciones marroquíes) deben estimar que “el interés superior del menor se satisface con la reagrupación familiar o su puesta a disposición de los servicios de protección de su país de origen”. Será entonces cuando tengan que ser oídos el menor, el Área de Menores de la Ciudad, y la Fiscalía de Menores. Tan solo una resolución positiva de las tres partes motivará incoar el procedimiento de repatriación propiamente dicho.

Sin embargo, la fase previa en la que se encuentra inmerso el proceso podría agilizarse al haber descendido el número de documentos a elaborar respecto a los solicitados el pasado septiembre (500). El motivo subyace en el constante descenso de menores acogidos que deja una fluctuación en las cifras sobre la que, todavía, la administración local no ha ofrecido una explicación detallada.  Pese a que Delegación aclara que los informes se elaboran tanto de los niños albergados en Piniers y el centro de realojo como de los que se encuentran en la calle- “ya que casi todos están filiados”-, el problema deriva en que nada se sabe de aquellos que han escapado de los recursos de acogida y que fuentes del Ejecutivo de Vivas reconocen que “han desaparecido”. Aunque el portavoz del Gobierno intentaba zanjar el asunto hace unas semanas concluyendo que “todos los niños están controlados”, la estadística contabiliza- desde agosto- más de 700 niños menos (425 acoge Menores a día de hoy), y 45 en apenas un mes, cuando se cifraban en 470. Mientras, la vicepresidenta primera y responsable del área de Menores, Mabel Deu, lejos de aclarar este inexplicable descuadre en los números, se hacía un lío ayer y apuntaba que a ese millar de menores contabilizados hace unos meses hay que sumar “a los que siguen accediendo a Ceuta a nado”. Todo ello, teniendo en cuenta, además, que la Consejería de Medio Ambiente desmanteló en octubre más de 30 asentamientos ilegales ¿Dónde se encuentran estos menores? Los argumentos aportados, poco precisos, discurren por el terreno de lo especulativo: “por la ciudad, traslados a la península en el marco del acuerdo con otras autonomías(200), reagrupaciones familiares (60) o el cumplimiento de la mayoría de edad”. Aunque en las naves del Tarajal tan solo se encuentran acogidos 535 adultos.

Respecto a este último grupo, 3.600 han retornado voluntariamente a Marruecos después de mayo, mientras que 300 han sido devueltos en virtud de una orden de expulsión, tal y como recogen las estadísticas de Delegación del Gobierno. Frente a ello, se ha registrado un aluvión de peticiones de asilo que ha facilitado, hasta la fecha, la salida de 1.900 personas a la península, a la vez que mantiene en curso 2.500 documentos. Así, entre todo este baile de cifras, y a la víspera de que se cumpla medio año de la crisis migratoria de mayo, Ceuta acoge a 960 personas, según el conteo oficial de la Ciudad.