Desde hace varias semanas, grupos de personas indocumentadas mantienen pequeños asentamientos a lo largo de la playa de Benítez. Los migrantes, de distintas nacionalidades, aprovechan las sombrillas fijas para construir tiendas donde hacen su vida cotidiana un número reducido de personas.
La presencia de cinco de estas improvisadas estructuras en distintos puntos de la playa se ha convertido en un escenario familiar para los residentes en la zona. El presidente de la asociación de vecinos de la barriada, Juan Moreno, asegura que desde que se establecieron en la playa, los migrantes han sido sometidos a controles policiales aunque han conseguido permanecer en sus asentamientos.
