Reconoce que ha perdido su efecto disuasorio

Interior asegura que tiene avanzado los trabajos para un replanteamiento integral de la valla

El Ministerio del Interior tiene ya «bastante avanzados» los trabajos para un «replantamiento» integral del perímetro fronterizo ante la constatación de que ha perdido su efecto disuasorio y no cumple su función de protección, lo que está exigiendo el consumo «de un altísimo número de efectivos de las Fuerzas de Seguridad»

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photo_camera Unos operarios arreglan la valla de Benzú tras un salto (C.A.)

Según la información que publica este domingo el diario ABC, se tratará de una revisión a fondo de la instalación que «deberá responder a una necesidad clave»: que sus medios técnicos «aporten más y mejor información» de «lo que ocurre al otro lado» de esa valla para que no haya que «depender tanto de Marruecos», al tiempo que se dejarán atrás las vulnerabilidades «físicas» de un modelo de alambrada con «puertas y cerrojos» que los asaltos de hoy en día superan con facilidad. Paralelamente a ello, Interior va a reordenar plantillas, completar las mejoras de los pasos de Tarajal y Benzú -también de los de Melilla- y de los espigones. Y todo ello con el cumplimiento por delante, subrayan, «de la ley y de las medidas requeridas en materia de derechos humanos».

Los recientes y sucesivos intentos de entrada masiva a Ceuta, y entre ellos la irrupción a la carrera de una multitud de migrantes el pasado día 7 por el mencionado paso fronterizo internacional de El Tarajal, han intensificado la preocupación del Gobierno, muy alerta sobre todo desde que se produjeron las dos avalanchas de febrero en las que accedieron ilegalmente a territorio español 853 subsaharianos.

Con ocasión de aquella crisis, el ministro anunció el inicio de estudios para la utilización de drones, llamados a detectar la aproximación de grupos a la valla por su tramo central, una zona «ciega» para las cámaras cercanas a la llamada Finca Berrocal que está siendo aprovechada una y otra vez por los migrantes para sus tentativas de acceso. Los ensayos, no obstante, han descartado el recurso a esos aparatos.

A modo de alternativa, se buscan sistemas que permitan «elevar» cámaras térmicas para tener un campo de visión más amplio, que hagan «más útil» para anticipar la llegada de inmigrantes la futura valla

En estos momentos, en Ceuta están disponibles 625 miembros de la Policía Nacional y 722 de la Guardia Civil incluidas fuerzas de reserva.

La Inspección de Personal y Servicios de Seguridad, -Subdirección dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad que dirige José Antonio Nieto-, está haciendo un exhaustivo «chequeo de la plantilla, de las actividades cada uno de sus efectivos en Ceuta y Melilla» para evaluar qué funciones se pueden mejorar» con «reordenación del trabajo o con una mejora de los medios técnicos», que se ve como prioritaria.

Si del análisis se deriva «que es necesaria más gente, lo haremos», garantizan. Pero, por el momento, lo que se está viendo son desempeños «no propiamente policiales» que están siendo ejecutados, por ejemplo, por policías nacionales con cualificaciones muy superiores, como ocurre en el paso del Tarajal, donde a menudo los agentes se ocupan de tareas como organizar colas a lo largo de todo el día en prevención de las tensiones asociadas al «comercio atípico».

Toda proyección de posibles soluciones a la presión migratoria en Ceuta vuelve una y otra vez sobre el Reino vecino, al que Interior agradece una colaboración con España.

El hecho de que un millar de subsaharianos consiguieran arrollar el pasado lunes el Tarajal sin que la contraparte marroquí dieran un aviso conlleva «algún desajuste que -dicen- estamos intentando que no se vuelva a repetir». La impresión en las Fuerzas de Seguridad desplegadas en Ceuta, según fuentes que prefieren no ser identificadas, dice el rotativo, es que sus homólogos alauíes pudieron «mirar para otro lado».

Sean fallos de comunicación, tensiones vinculadas al manejo de situaciones muy complejas, o altibajos en la eficacia, lo cierto es que «en algunos casos» -revelan las fuentes oficiales- para reaccionar y ordenar despliegues, en España «solo contamos con la información de apoyo marroquí», lo que supone «un punto débil y una presión muy alta» que aconseja aspirar a la «máxima autonomía e independencia en el control fronterizo, sin renunciar a la colaboración» que es lo que se buscará renovando la valla de separación.