Los socialistas están más avezados que los de Iglesias en el reto de lidiar con las expulsiones sumarias que siempre han rechazado

Las primeras devoluciones de PSOE y UP

La expulsión sumaria a Marruecos de dos jóvenes subsaharianos este domingo en Benzú constituye el primer caso de devolución en caliente ejecutado bajo el Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos.

Dos guardias civiles conducen a un subsahariano hacia el lado de la frontera marroquí el 30 de agosto del pasado año (C.A./ARCHIVO)
photo_camera Dos guardias civiles conducen a un subsahariano hacia el lado de la frontera marroquí el 30 de agosto del pasado año (C.A./ARCHIVO)

Aunque los periodistas que informaron del incidente y los vecinos de la barriada fueron testigos directos, la portavoz del Gobierno de Pedro Sánchez, Isabel Celaá, quiso eludir la pregunta que se le formuló durante la rueda de prensa del Consejo de Ministros. “Me atrevo a pensar que no ha sido así”, aseguró la socialista cuando se le interpeló por la devolución sumaria a Marruecos de ocho migrantes subsaharianos que esa misma mañana había ejecutado la Guardia Civil en Ceuta.

Había transcurrido poco más de un año desde que Pedro Sánchez se convirtiera en presidente del Gobierno mediante una moción de censura. El 8 de agosto de 2019, 155 migrantes lograban entrar en Ceuta a través del paso fronterizo de Benzú. Un reducido grupo de ellos, los que finalmente resultarían expulsados, logró encaramarse a la valla que separa los dos países. No les sirvió de nada.

Las palabras de Celaá son representativas del desconcierto en el que se vio sumido el primer Gobierno socialista post-Rajoy ante la tesitura de justificar la devolución en caliente de migrantes en Ceuta y Melilla, una práctica el PSOE habían denostado mientras permaneció en la oposición.

En enero del año pasado, el Gobierno de Sánchez ofrecía por primera vez cifras sobre las devoluciones sumarias practicadas en la frontera sur en 2018. Según estos datos, las expulsiones inmediatas en Ceuta y Melilla durante aquel año ascendieron a 658, 51 más que en 2017.

Desde entonces, los socialistas se han debido enfrentar a otros casos en los que los agentes españoles destacados en la frontera aplicaban el procedimiento que el Gobierno de Mariano Rajoy consagró a través de su Ley de Seguridad Ciudadana. Los populares bautizaron como “rechazo en frontera” lo que las organizaciones humanitarias llamaban “devolución en caliente”.

El antecedente más inmediato se registraba este domingo. De madrugada, las fuerzas marroquíes contenían a 250 subsaharianos que trataban de entrar en Ceuta a través del paso de Benzú. Dos de ellos, uno que logró encaramarse a la valla y otro que fue rescatado del mar por la Guardia Civil, fueron devueltos al país vecino. Se registraba así la primera devolución en caliente practicada bajo el Gobierno de la coalición PSOE-Unidas Podemos.

Si para los socialistas lidiar con la contradicción que les supone aceptar un procedimiento criticado hasta la saciedad en otro tiempo resulta difícil, para los dirigentes de Unidas Podemos la experiencia es totalmente novedosa. Los de Iglesias y Garzón han sido punta de lanza contra una práctica que, al igual que han sostenido organismos internacionales e incluso la Justicia europea, conculca los derechos humanos.

En Ceuta, pese a todo, la dirección local de Podemos no tardó en emitir un comunicado criticando las devoluciones.

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