La Asociación Fotográfica Miradas ha decidido clausurar la exposición fotográfica «Historias sangradas» después de que la formación de extrema derecha Vox anunciase su intención de denunciar su contenido como un delito contra los sentimientos religiosos. Tras las críticas de Vox y las reacciones en las redes sociales, la entidad ha resuelto poner fin a la muestra, que no ha llegado a permanecer abierta al público ni 24 horas. «Esta asociación cultural, como cualquier otra, defiende el derecho democrático a la libertad de expresión, pero también es totalmente consciente de los límites de ésta dentro de cualquier sociedad moderna», aseguran en un comunicado los representantes de la asociación.
«Historias sangradas» recoge los trabajos de la artista Marisa Martínez. El malestar de los dirigentes de la formación de extrema derecha venía dado por la temática de la muestra, que ironiza con escenas bíblicas para construir una crítica social sugerente y llamativa. La propia fotógrafa ha subrayado que la muestra pretende ser una crítica social y no una censura a la religión.
Las 21 fotografías que componen la muestra incluyen escenas icónicas de las Sagradas Escrituras a las que se incorporan detalles corrosivos. Así, la autora presenta una última cena en la que los apóstoles beben Coca-Cola y latas de cerveza o una imagen de la Sagrada Familia en la que la Virgen María fuma un cigarrillo mientras sostiene en sus brazos al niño Jesús.
En su comunicado, «Miradas» sostiene que con la organización de la muestra, ya exhibida en otras localidades españolas, la entidad «no ha querido ofender ninguna sensibilidad ni orientación religiosa».
La entidad llega, incluso, a pedir disculpas «encarecidamente» a quienes se hayan sentido ofendidos.
