#OperacionesGC I Desarticulada una organización e intervenidos 2 🚁 utilizados para realizar “narcovuelos”
— Guardia Civil (@guardiacivil) March 22, 2024
➡️9 detenidos
➡️30 fardos (795K) de #hachís
Entre los detenidos hay 2 👨🏼✈️ expertos en vuelos nocturnos y a baja altura
Guardia Civil 🤝🏼Gendarmería Real Marroquí… pic.twitter.com/LnBV1UxFXN
La operación «Torcal 469 Tornado», desarrollada por la Guardia Civil y la Gendarmería Real Marroquí, ha permitido la desarticulación de una red de narcotráfico dedicada a introducir hachís en España haciendo uso de helicópteros. El operativo se ha saldado con la detención de nueve personas, entre ellas dos pilotos expertos en vuelos nocturnos y a baja altura. Los agentes han intervenido dos helicópteros y se han incautado de 795 kilos de hachís.
La «Torcal 469 Tornado» arrancó a mediados del 2023 a raíz del seguimiento de un miembro de la organización. Los investigadores averiguaron que la red estaba buscando pilotos para fletar «narcovuelos» entre España y Marruecos.
Tras varios meses de pesquisas, los agentes confirmaron que la organización poseía dos helicópteros, ocultos en dos fincas ubicadas en las provincias de Sevilla y Cádiz.
En la madrugada del 15 de enero los investigadores detectaron un «narcovuelo» sobre la provincia de Cádiz con rumbo hacia el sur desde la finca desde la que operaba la organización.
Los agentes observaron que el helicóptero volaba una altura muy baja y sin ningún tipo de luces, por lo que inmediatamente se organizó un amplio dispositivo conjunto entre la Guardia Civil y la Gendarmería Real Marroquí en el que se activaron, entre otras unidades, el GAR y la Unidad de Helicópteros de la Guardia Civil.
Durante el seguimiento, la aeronave penetró en el espacio aéreo de Marruecos, país en el que permaneció escasos minutos. Posteriormente, el helicóptero viró al norte rumbo a territorio español.
El helicóptero fue interceptado durante su aterrizaje en una finca situada en la localidad gaditana de Chiclana de la Frontera. Los agentes lograron en ese momento detener a cinco de los integrantes de la red, entre ellos el piloto.
El helicóptero transportaba una carga de 30 fardos de arpillera de hachís que arrojaron un peso de 795 kilos. En el interior de la aeronave se incautaron varios dispositivos de navegación y terminales móviles. Los agentes también intervinieron tres vehículos de los utilizados por la organización.
Más tarde, los investigadores comprobaron que uno de los máximos responsables de la organización acababa de fallecer en un accidente de tráfico registrado en una zona próxima a la de la incautación del helicóptero. Los agentes sospechan de que el individuo intentó huir del lugar en su automóvil a gran velocidad, lo que provocó su salida de la vía.
Más detenciones
En la siguiente fase de la investigación se practicaron cuatro entradas y registros, se detuvo a cuatro personas más de la organización y se incautó un segundo helicóptero en una finca de la localidad sevillana de Utrera. Esta segunda aeronave estaba siendo acondicionada para poder realizar los «narcovuelos».
La red estaba organizada y jerarquizada de manera que cada miembro tenía asignada una tarea concreta: la adquisición de los helicópteros, la localización de naves donde ocultarlos, la búsqueda de fincas para las operaciones de despegue y aterrizaje, la contratación de los pilotos y mecánicos para el mantenimiento de las aeronaves o la compra del combustible.
Ambos helicópteros fueron adquiridos por la organización criminal en países del este de Europa. Aunque las aeronaves tenían capacidad para varios pasajeros, los narcotraficantes quitaron los asientos traseros para transportar mayor cantidad de droga. La capacidad de carga de los helicópteros llegó a alcanzar los 900 kilos. El valor de mercado de este tipo de aeronaves en el marcado negro rondaría los 900.000 euros.
