Hamza está a punto de cumplir nueve años, y vuelve a la escuela. Un spiderman rampante repta por la mochila negra donde guarda el bocadillo, una caja de lápices de colores y un estuche, además de otras posesiones no menos apreciadas. Las clases están a punto de comenzar.
El pequeño Hamza es uno de los 11.000 alumnos que este jueves han iniciado un curso escolar que arranca lastrado por la indefinición que se cierne en torno a la aplicación de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), condicionada a los imprevisibles avatares de la política nacional.
A la espera de conocer el futuro de la controvertida norma, el curso 2016-2017 comienza en Ceuta presidido por la normalización de las relaciones entre la comunidad educativa y el Ministerio, zarandeadas en cursos anteriores por la gestión del antecesor del actual director provincial, León Bendayán.
Un incremento del profesorado de apenas un 2% situará en las aulas a 1.279 maestros que atenderán a los 22.000 estudiantes que, en los distintos niveles educativos, se encuentran matriculados en los distintos centros escolares de la ciudad.
El curso comienza, también, con el severo escrutinio de los sindicatos y los partidos políticos de las oposición, que ya han comenzado a señalar algunas de las deficiencias advertidas en el parque de edificios que albergan los colegios e institutos de la ciudad. Caballas denunciaba ayer mismo el estado de deterioro que presentan centros como el “Valle Inclán” o el “Vicente Aleixandre”, situación que, alertaba, pone en riesgo la integridad física de estudiantes y profesores.
La puesta en marcha de un nuevo colegio, ubicado en la antigua biblioteca municipal y bautizado de manera provisional, y a la espera de un nombre definitivo, como “número 17”, es una de las novedades del nuevo curso. La apertura de las nuevas instalaciones también han cosechado críticas entre los padres de los alumnos, quienes hoy mismo criticaban que las autoridades educativas hubieran resuelto iniciar el pasado lunes obras en el patio del centro, después de haber suspendido todos los trabajos de reforma durante los meses de verano.
Los colegios han vuelto a vivir ante sus puertas el bullicio de los pequeños en compañía de sus progenitores, para quienes el comienzo de curso supone, al tiempo, el retorno a la rutina y un golpe no mediano a sus economías domésticas. Este año las familias gastarán una media por hijo de casi 300 euros en gastos básicos como mochila, calzado, libros de texto, material escolar y ropa. La inversión que cada hogar se verá obligado a enfrentar varía entre los 230 euros y los 400, dependiendo del curso y del centro.
Caballas acusa a la Consejería de Educación
Caballas ha acusado a la Consejería de Educación de demorar los trabajos de reforma y reparación necesarios en los centros escolares de la ciudad. La formación localista critica que no se haya aprovechado el cierre de los colegios durante el verano para acometer las obras. En un comunicado, el partido pone como ejemplo la situación de colegios como el “Príncipe Felipe” o el “Reina Sofía”, éste último pendiente de la licitación de unas obras catalogadas como urgentes.
“En el apartado de obras de mantenimiento, que se desarrollan con efectivos de plan de empleo, se ha marginado, sin explicación alguna a siete centros –continúa Caballas- Se ha contratado el suministro de materiales para once centros, dejando al resto sin esta posibilidad”
La demora en la formalización de un nuevo contrato para el servicio de limpieza en los centros y el recorte de la asignación a los centros para el denominado “banco de libros” son otras de las censuras planteadas por Caballas a la Ciudad.
