El candidato del Partido Popular al Congreso, Javier Celaya, se ha referido este viernes, a preguntas de los periodistas, a cómo deben ser las relaciones entre España y Marruecos, especialmente cuando el país vecino sigue manteniendo reivindicaciones sobre Ceuta y Melilla. En este sentido, Javier Celaya ha señalado que hay que “intentar llevarse bien con Marruecos que es un país vecino y amigo”. De hecho, ha recordado, hay una norma no escrita de la diplomacia española que establece que el primer viaje internacional del presidente del Gobierno tras su toma de posesión sea precisamente a Marruecos, una norma que solo se ha incumplido en una ocasión, con Pedro Sánchez. “No lo hizo así y así le ha ido en sus relaciones con Marruecos”, ha lamentado el candidato del PP.
En cualquier caso, la españolidad de Ceuta y Melilla es clave. Para ello España cuenta con la Unión Europea y con la OTAN y, además, en el ámbito de la defensa el PP tiene previsto incrementar el número de efectivos de las Fuerzas Armadas hasta los 140.000. Junto a esto, ha recordado Celaya, España cuenta con armas políticas suficientes para en nuestro juego de alianzas internacionales “hacerse valer y no dejarse pisar” pero, ha insistido, el objetivo de la diplomacia española es mantener una buena relación.
Respecto a las reivindicaciones anexionistas marroquíes, Celaya ha señalado que “pueden quedar muy bien para su consumo interno” pero, ha insistido, “no podemos dejar que vayan comiéndonos terreno en las relaciones internacionales”. De este modo, ha señalado, en foros internacionales como las Naciones Unidas o la OTAN, en las relaciones con Estados Unidos o la Unión Europeo hay que hacer que “todo el mundo tenga clarísimo que Ceuta y Melilla son parte de la nación española” y, ha recordado, tras el cambio de estrategia de la OTAN que habla de la defensa de la integridad territorial de los países miembro, queda más que claro que las dos ciudades se encuentran bajo su paraguas defensivo.
Por tanto, ha concluido el candidato al Congreso del PP, esa es la estrategia que España debe seguir, la buena relación con Marruecos y “en el panorama internacional señalar de forma contundente lo que es evidente que es la españolidad de Ceuta y Melilla”.
