Las restricciones que se están llevando a cabo en la frontera han beneficiado a Ceuta en algunos aspectos, los delitos han caído y la presión migratoria ha cambiado de escenario.
Según datos del Ministerio del interior, las estadísticas de delitos y aprehensiones de drogas están muy por debajo de las registradas en años anteriores a la pandemia, al contrario de lo que está sucediendo en el resto de España.
La presión migratoria también es diferente a la que Ceuta padecía hace unos años. La inmigración se ha trasladado a la vía marítima siendo prácticamente nula en la frontera del Tarajal.
Según datos facilitados por la Guardia Civil, este verano han sido innumerables los intentos de entrada por mar, bien a nado, en pequeños artilugios, con embarcaciones recreativas o en motos de agua. De estas dos últimas los agentes de la Benemérita han intervenido 52.
El dato más lamentables es que 15 personas han perdido la vida en el mar intentando pasar a Ceuta. El servicio marítimo de la Guardia Civil y los GEAS han salvado muchas más vidas y casi todos los cadáveres han sido identificados por el personal de la unidad orgánica de policía judicial y comunicado a sus familiares.
La situación en el perímetro está estable, por el contrario, sin que se hayan producido intentos de salto masivo desde hace más de dos años.
