El tráfico ilegal de personas en motos de agua ha vuelto a ser protagonista este miércoles en el Estrecho de Gibraltar. Dos españoles fueron detenidos por la Guardia Civil por intentar introducir a dos migrantes de origen magrebí en las costas campogibraltareñas.
La operación se producía alrededor de las 17:00 horas de este miércoles, cuando una patrullera de la Guardia Civil de Ceuta y otra de la Marina Real de Marruecos salieron en persecución de dos motos de agua que habían partido desde las costas norteafricanas con dos ocupantes cada una. La carrera se extendió hasta las cercanías del Faro, en Algeciras, donde las autoridades lograron darles alcance.
La actuación contó con un final controvertido, puesto que los gendarmes marroquíes se llevaron detenidos a los dos migrantes hacia Marruecos, pese a que habían sido interceptados en aguas españolas. Así lo confirmaban fuentes vinculadas a la lucha contra el tráfico ilegal de personas a Europa Sur. Por su parte, los agentes de la Guardia Civil de Ceuta arrestaba a los pilotos españoles, que se enfrentan a un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
Este tipo de entradas irregulares en motos de agua se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos para los traficantes de personas, que llegan a cobrar hasta 6.000 euros por cada pase. Los migrantes suelen ser marroquíes, aunque también hay casos de otras nacionalidades como sirios o yemeníes, y casi siempre hombres.
Las motos de agua ofrecen una rapidez y una discreción que facilitan el cruce del Estrecho, que apenas dura entre 5 y 15 minutos. Los pilotos suelen dejar a los migrantes cerca de la orilla y huir, aprovechando que la Guardia Civil prioriza el auxilio de los inmigrantes, que muchas veces no saben nadar.
