El eurodiputado Urbán cree que la UE hace de Ceuta una “isla tapón de la Europa fortaleza”

El eurodiputado de Izquierda Europea y la diputada andaluza Maribel Mora, ambos activistas de Anticapitalistas, han visitado este miércoles el centro de acogida de menores abierto en Piniers.

Miguel Urbán y Maribel MoraEl eurodiputado del Grupo de la Izquierda Europea, Miguel Urban, ha denunciado este miércoles en Ceuta la deriva que, a su juicio, está imponiendo el nuevo Pacto sobre Migración y Asilo de la UE para convertir la frontera sur en un espacio concebido para detener los flujos migratorios hacia el interior del continente. Urbán ha compartido esta reflexión ante los periodistas tras la visita que esta mañana ha hecho al centro temporal de acogida de Piniers en compañía de la diputada andaluza por Adelante Andalucía, Maribel Mora.

“El nuevo Pacto de Migración y Asilo viene a reforzar la dinámica que estamos viendo en Ceuta, Melilla, Andalucía y Canarias: convertirnos en islas tapón de la Europa fortaleza pues lo que se quiere es que entren aquí para que no salgan”, ha protestado el eurodiputado.

Urbán ha afirmado que los gobiernos español, italiano, griego y maltés han presionado para que el nuevo Pacto de Migración y Asilo no tenga capacidad para verificar si se respetan o no los derechos humanos en sus fronteras. “Si no se da una acogida adecuada es para lanzar un mensaje: no vengáis a Europa”, ha acusado el europarlamentario.

Ante la prensa, Urbán ha defendido que la respuesta a la migración no puede dejarse en manos de la ciudad ni del país sino que ha de ser un reto que debe afrontar Europa.

 

Piniers

La diputada andaluza Maribel Mora, activista, como Urbán, de Anticapitalistas, ha denunciado tras la visita al centro de menores el retraso en la documentación de muchos menores marroquíes de 16 y 17 años. Mora ha advertido de la posibilidad cierta de que un buen número de ellos llegue a cumplir la mayoría de edad y continúen indocumentados.

A pesar de valorar el esfuerzo de las autoridades locales, la parlamentaria andaluza ha censurado las condiciones en las que viven los menores (“a veces no son las más dignas”) y ha criticado el carácter coercitivo de las instalaciones: “Aunque digan que es un centro abierto, no parece que lo sea”.