Salen a diario en pequeños grupos

Menores repatriados: la cronología del primer acuerdo entre España y Marruecos tras la crisis

El punto de destino de estos menores es un centro en Martil, cercano a Tetuán. Desde allí se intentarán coordinar las reagrupaciones familiares en los casos que sean posibles. 
Traslado de menores desde el Santa Amelia (C.A.)
photo_camera Traslado de menores desde el Santa Amelia (C.A.)

El pasado 9 de agosto la delegada del Gobierno ofrecía una rueda de prensa, en un tono más distendido y amable de lo habitual, porque ya conocía que se repatriarían los menores. Lo dejó caer, pero no lo expuso con claridad. "Las relaciones con Marruecos son muy buenas y lo vais a ver pronto", dijo. La Ciudad calló, pese a que la vicepresidenta primera de la Asamblea, Mabel Deu, estaba al tanto. Los menores intuyeron que podrían ser retornados y unos 60 pensaron en escapar del albergue por lo que pudiera suceder. Por si las repatriaciones se ejecutaban. 

El documento de Interior, la orden del ministro Grande-Marlaska, se conoce internamente el 10 de agosto. Es cuando se recibe en Ceuta el escrito siguiente del Ministerio español: "Habiéndose recibido escrito de la Delegación del Gobierno en Ceuta, que a su vez nos da traslado del escrito de la Vicepresidencia Primera del Gobierno de Ceuta, rogamos se proceda a ejecutar las previsiones recogidas en el artículo 5 del Acuerdo entre el Reino de España y el Reino de Marruecos sobre la cooperación en el ámbito de la prevención de la emigración ilegal de menores no acompañados, su protección y su retorno concertado, hecho en Rabat el 6 de marzo de 2007. En base a ello, y por indicación del Ministro del Interior, se ruega se proceda a efectuar el retorno de los menores al Reino de Marruecos, respetando en todo momento sus intereses y derechos. Todo ello con el fin último de garantizar en cada caso las condiciones de reunificación familiar efectiva del menor o su entrega a cargo de una institución de tutela. En este sentido, el Reino de Marruecos se compromete a velar por los intereses de los menores, contando en todo momento con la protección otorgada por los responsables locales que supervisan el centro de menores de Martil, cercano a Tetuán. El Reino de Marruecos garantizará los derechos de los menores hasta que sean entregados a sus padres lo antes posible, y en el caso de no existir padres, L’Entraide Nationale se hará cargo de los menores. Por otra parte, el Cuerpo Nacional de Policía cuenta con las instrucciones y mecanismos necesarios para colaborar y facilitar el proceso, protegiendo siempre los intereses de los menores implicados". El retorno, según el documento, iba a ser inmediato. 

Un día después, el 11 de agosto, tiene lugar un encuentro en El Tarajal entre representantes de Delegación del Gobierno, Ciudad Autónoma y el país vecino. 

Esa reunión se celebró a las 10 de la mañana, con la presencia por parte española de la vicepresidenta primera de la Ciudad, Mabel Deu, y el secretario de la Delegación del Gobierno, además de una funcionaria española que advirtió de que no se podía activar el convenio con Marruecos sin desarrollar el artículo 9 del mismo, sin elaborar el protocolo que se recoge en el acuerdo. Comentó que sin su desarrollo, a pesar de que se aprobó en 2007, no se puede hacer ningún tipo de devolución porque estaría "fuera de las garantías de las leyes españolas e internacionales". Los marroquíes ya habían preparado el transporte para llevarse a los primeros grupos de niños, pero la reunión acabó sin acuerdo tras la intervención de la técnico.

El fiscal de Menores de Ceuta habría pedido ya información a la Ciudad, según algunas fuentes, tras conocer que se produjo esta cita en la frontera. Mientras, se fugan unos sesenta niños del "Santa Amelia", para no ser parte del traslado a Tetuán, cosa que aún no se había decidido. Estaba al caer. A las horas acabaron desapareciendo del albergue. Muchos siguen sin aparecer, un trabajo de localización y vuelta al polideportivo del que se encargan efectivos de la Policía Nacional. 

El 12 de agosto, Mabel Deu remata la faena con unas declaraciones sobre un protocolo que se pondrá en marcha, que será "ágil y con garantías" y explica que una organización gubernamental de Marruecos trabajará por la reagrupación familiar de los niños. No lo anuncia, pero sabe que los chicos saldrán en horas de Ceuta en autobuses y se alojarán en un centro de menores de Martil, en un lugar próximo a Tetuán. 

Los niños permanecerán allí hasta que sean entregados a sus padres lo antes posible, y en el caso de no existir padres, L'Entraide Nationale (entidad pública de protección de la infancia) "se hará cargo de los menores". 

El 13 de agosto, a la tarde, sale de Ceuta el primero grupo de 15 menores que estaban viviendo en el albergue de Santa Amelia. Comienza el revuelo y tanto las ONG como el Defensor del Pueblo muestran su desacuerdo con el procedimiento por "carecer de garantías legales", bajo su punto de vista. 

El 14 de agosto se produce la segunda salida. Los siguientes 15 chicos suben al autobús por la mañana. Y así, a este ritmo, van a continuar las repatriaciones mientras desde la coalición de Gobierno, Podemos pone el grito en el cielo y atribuye exclusivamente a Interior todo lo que está ocurriendo. Se advierte por parte de las oenegés que pedirán la paralización de las devoluciones. 

Y todo esto sucede tras conocerse que el juez que investiga la entrada de Brahim Gali en España ha imputado al exjefe del Gabinete de la exministra de Exteriores, la destituida González Laya, y que el número dos del Ejército del Aire declarará como testigo por el ingreso del líder del Frente Polisario en la base de Zaragoza sin pasar por el control de pasaportes. Esta noticia es recogida en la mayoría de ediciones digitales de Marruecos, también en los afines a Rabat. Parece que la información es del agrado del Reino marroquí y de su Gobierno.  

Es verdad que los gestos de acercamiento comienzan a verse entre ambos países, pero quedan muchas otras patas del banco que están cojeando. ¿Qué va a pasar con los nacionales adultos de Marruecos que están en la ciudad? ¿Cuándo será recibido el ministro Albares en Rabat? ¿En qué condiciones abrirá Marruecos su frontera cuando la crisis sanitaria lo permita? ¿Habrá Reunión de Alto Nivel entre ambos países? ¿Exigirá Marruecos a España que aclare su postura sobre la soberanía del Sahara?. Son todavía muchas cuestiones por dilucidar. 

Es obvio que se está dando un paso para mejorar las relaciones bilaterales, pero la recuperación de la cordialidad política y el punto final a la crisis diplomática también están ligados a otros devenires. Mientras, Delegación del Gobierno y Ciudad se disputan el tanto conseguido por la marcha de Ceuta de los menores marroquíes no acompañados. Un acuerdo sin precedentes en la historia de España y Marruecos.