“Desde una perspectiva ética, moral y legal, la respuesta a las llegadas masivas no pueden ser devoluciones masivas, sino que cada caso debería ser examinado de manera personalizada, porque este tipo de devoluciones en grupo suponen un grave riesgo para los propios menores”. Este es uno de los párrafos contenidos en el comunicado difundido por el Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española a propósito de la devolución de menores extranjeros a Marruecos ordenada por el Gobierno español.
En su nota, la Conferencia Episcopal recuerda que el marco jurídico nacional e internacional exige que para la vuelta de los menores a su país se debe contar con su consentimiento. “Nos referimos a niños y niñas a quienes los estados de origen y llegada deben proteger y escuchar, garantizando individualmente su retorno familiar cuando así lo solicitan , o su cuidado y amparo cuando provienen de situaciones de vulnerabilidad, maltrato, pobreza o explotación”, continúan los obispos en su comunicado.
La Conferencia Episcopal expresa su preocupación ante la naturaleza de las devoluciones (“nos preguntamos si estos protocolos se plantean individualmente y con el conocimiento de la fiscalía y no como retornos colectivos”) Y muestra su temor a que la consecuencia sean las fugas masiva de los menores de los centros donde se encuentran acogidos y la consiguiente situación de desamparo que ello pueda traer consigo.
“Por ello, nos emplazamos como Iglesia y sociedad a buscar soluciones basadas en el diálogo entre estados, la atención personalizada y garantista de derechos, la solidaridad a todos los niveles y la seguridad de todos”, concluye el comunicado.
