Desde la Unión Europea se ha vuelto a poner de relieve el rechazo a las “concertinas” –las cuchillas- que están instaladas en las vallas de los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla.
Así lo ha indicado el comisario de Inmigración de la Unión Europea, el griego Dimitris Avramopoulos, quien ha sugerido “medidas alternativas” para tratar de frenar la inmigración irregular.
Lo cierto es que la Unión Europea no tiene prohibidas por su legislación el uso de este tipo de artilugios disuasorios. Pero en respuesta a una interpelación de la eurodiputada de UPyD Maite Pagazaurtundúa, el comisario señala que “aun reconociendo el uso de verjas, reforzadas por alambre de púas u otros dispositivos, como medida de vigilancia de fronteras no está prohibido por la legislación de la UE, la Comisión no fomenta su uso y anima a los Estados miembros a utilizar medidas alternativas de vigilancia de las fronteras sobre la base del análisis de riesgos, la cooperación y el intercambio de información siguiendo el ejemplo del Sistema Europeo de Vigilancia de Fronteras”.
"Por otra parte, la Comisión recuerda que toda medida de vigilancia de fronteras deben ser proporcionada a los objetivos que se persigan, por lo que deberá respetar los derechos fundamentales y el principio de no devolución", señala el comisario de Inmigración en su respuesta escrita.
"El uso de concertinas barbadas para disuadir a los inmigrantes de cruzar la frontera no solo es ineficaz, sino desproporcionado, y constituye una violación clara de los derechos humanos. Ningún fin puede justificar este medio", afirmaba Pagazaurtundúa.
El comisario europeo visitará próximamente España, en un viaje que había sido aplazado y que estaba previsto en coincidencia con la inauguración de las oficinas de asilo en Ceuta y Melilla.
