A primera hora de la tarde de ayer, un periódico de la ciudad se hizo eco de un brote de sarna en la Residencia de Mayores de Gerón. Un problema que según Comisiones Obreras, lleva tiempo siendo una preocupación no atendida adecuadamente. "Estos hechos han sido recientemente reconocidos por parte de la Consejería de Sanidad, pero en Comisiones Obreras sospechábamos que esta circunstancia se estaba produciendo en el seno de la residencia desde hace mucho más tiempo".
La alerta sindical se disparó cuando su representante en la empresa informó a la secretaría de salud laboral sobre las condiciones en la residencia. La respuesta fue inmediata: "Era imprescindible interponer denuncia ante la Dirección Provincial de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social", explicando tanto los antecedentes como las "graves deficiencias que detectaba en materia de seguridad y salud".
El sindicato pone el foco en la negativa de un dermatólogo de la residencia a diagnosticar la escabiosis, lo que contrasta con el diagnóstico de sarna recibido por al menos una quincena de trabajadores por parte de sus médicos de cabecera. Esta situación, que en algunos casos ha llevado a incapacidades temporales, ha sido minimizada por la dirección del centro, argumentando que las infecciones podrían haberse producido en otros lugares.
"Desde Comisiones Obreras entendemos la preocupación que pueda existir entre los familiares de los residentes, a quienes animamos a tomar cuantas medidas consideren necesarias para que se diriman responsabilidades en este sentido. Pero por otro lado no vamos a permitir que el foco de culpa recaiga sobre los trabajadores, quienes realizan sus funciones con total profesionalidad, diligencia y cariño".
La exigencia de Comisiones Obreras hacia la Consejería de Sanidad y la dirección del centro es clara: activar todos los protocolos necesarios para controlar el brote. "Deseando que pronto pueda ser controlado por el bien de los trabajadores, pero sobre todo por el bien de los y las mayores".
