Los jueces y fiscales de la ciudad se han sumado a la huelga convocada a nivel nacional por las asociaciones profesionales para reclamar mejoras salariales, más medios y mayor independencia y protestar por la falta de avances tangibles en su diálogo con el Ministerio.
Los juzgados están vacíos de estos profesionales. La mayoría de los juicios se han suspendido y sólo están activados los servicios mínimos para las actuaciones ""urgentes o inaplazables" o que afecten a derechos fundamentales para evitar "daños irreparables", siguiendo las órdenes de la Fiscalía General del Estado.
La anterior huelga fue el 22 de mayo, con Rafael Catalá al frente del Ministerio de Justicia, y ahora se enfrenta a ella Dolores Delgado, después de que la semana pasada pararan también durante un día los funcionarios de la administración de justicia y dos horas los letrados judiciales.
Reclaman recuperar el nivel salarial perdido en 2010 y que se creen más órganos judiciales para atender el incremento de la litigiosidad y exigen derogar el sistema de plazos máximos de instrucción mientras no haya más medios.
Su derecho a la huelga no está regulado y por primera vez el Ministerio ha anunciado su intención de detraer de las nóminas la jornada de paro a los jueces y fiscales que secunden el paro.
