Octubre comienza con una nueva caída histórica del paro y con una estampa que en las últimas semanas se ha convertido en un habitual. Desde primera hora de la mañana la oficina del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), con atención al público en la calle Solís, amanecía con la espera de un cuantioso número de ciudadanos que acudían para renovar su demanda de empleo.
La llegada progresiva y a goteo engorda unas colas que se plantan casi a la altura de la plaza de los Reyes, lo que lleva a que un simple y sencillo trámite se convierta en una odisea para muchos ciudadanos que, por diferentes, razones se decantan por la opción de sellar el paro presencialmente.
Y es que desde el pasado 1 de septiembre la renovación de la demanda de empleo dejó de ser automática en Ceuta, un año y medio después, y se regresaba a los canales habituales, es decir, o bien de forma telemática, o presencial. Sin embargo, lo que suponía un cierto regreso a la normalidad se vio alterado cuando desde el SEPE alertaban que muchos demandantes no estaban procediendo con la renovación, lo cual supone tanto la pérdida de la prestación como de la antigüedad en la demanda de empleo.
