informe "la contaminación por ozono en el estado español durante 2018"

Ecologistas en Acción teme que la falta de información lastre el control de la polución del aire en Ceuta

El informe "La contaminación por ozono en el Estado español durante 2018" pone sobre el tapete la calidad del aire en Ceuta, una ciudad que hasta el año que viene no contará con una estación de medición.

vista de ceuta
photo_camera Vista de Ceuta (C.A.)

Ecologistas en Acción ha vuelto, un año más, a constatar su preocupación por la calidad del aire en Ceuta en su informe anual “La contaminación por ozono en el Estado español”, cuya edición de 2018 ha sido publicada esta misma semana. Los conservacionistas, como en anteriores estudios, se han enfrentado al obstáculo casi insuperable de la inexistencia en la ciudad de una red de medición de calidad del aire. Este hecho no permite el análisis concienzudo al que sí se ha sometido al conjunto de las comunidades autónomas.

Pese a ello, y utilizando los datos de dos campañas de medición aisladas promovidas en 2016, que arrojan resultados que superan los establecidos por la normativa para el umbral de alerta, el informe incluye algunas consideraciones sobre la polución en la ciudad. Las campañas de 2016 constataron la presencia en bastantes puntos de muestreo de niveles de ozono troposférico que alcanzaban los 100 microgramos por metro cuadrado, índices que en algunos puntos rebasaban los 240 en los que se fija la alerta. El ozono troposférico es objeto de seguimiento de la Red de Vigilancia y Previsión de la Contaminación Atmosférica (XVPCA) ya que se trata de un contaminante.

Según el informe de los ecologistas, la población que ha respirado aire contaminado por ozono en España a lo largo del año alcanza los 11,5 millones de personas, es decir, un 24,6% de toda la población.

La decisión del Gobierno de la Ciudad de licitar una estación que a partir del año próximo permitirá medir en continuo la calidad del aire con un analizador de ozono permitirá incluir a Ceuta en próximos estudios.

Las conclusiones que se extraigan entonces no se antojan halagüeñas si se atiende a los resultados de otros estudios recientes, como el publicado por el Instituto de Salud Carlos III tras una campaña de análisis acometida en 2016. El Instituto recomendaba investigar las concentraciones de dióxido de carbono causadas por el tráfico rodado y el tránsito marítimo en el puerto.

A este respecto, el pasado mes la asociación ecologista gaditana Agaden reclamaba una más estrecha supervisión sobre las emisiones contaminantes originadas por los más de 100.000 buques que navegan cada año por las aguas del Estrecho. A tal fin, requerían a las capitanías marítimas de Ceuta y Algeciras para que establecieran un control más estricto sobre esta fuente de polución atmosférica.

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