Una economía baja en carbono. La influencia de la actividad humana en el proceso del cambio climático y las políticas imprescindibles para frenar el deterioro ambiental han sido el objeto de las jornadas que este jueves se han celebrado en Ceuta. El encuentro ha sido convocado como una de las reuniones periódicas que mantienen los miembros de la Red de Autoridades Ambientales, foro que integra a autoridades responsables de medio ambiente con aquéllas que asumen la gestión de los fondos comunitarios.
“El escepticismo es algo superado pues ya ha quedado demostrado que los efectos del cambio climático tienen su origen en la intervención humana”, explicaba al inicio de las sesiones el subdirector general de la Oficina Española de Cambio Climático, Eduardo González.
Las experiencias en el trabajo dirigido a reducir la huella de carbono protagonizadas por las autoridades municipales de Málaga y Vitoria por los representantes de la Junta de Extremadura han compartido espacio con el proyecto desplegado por la Ciudad de Ceuta.
Según ha explicado la responsable de Sostenibilidad de la sociedad municipal Procesa, Carmen González, Ceuta se ha embarcado en un proyecto orientado a reducir las emisiones de carbono en tres ejes: transporte; sector residencial, comercial e institucional; y residuos.
Algunos de los datos ofrecidos por la técnica municipal abundaban en los logros alcanzados hasta la fecha. Así, a modo de ejemplo, las intervenciones en los polideportivos municipales “Guillermo Molina” y “Díaz Flor” han permitido un ahorro energético de más de 890.000 kilowatios al año con una reducción de la huella de carbono de 383 toneladas de CO2 anuales.
