Las redes colocadas en las playas de la bahía sur no han podido impedir la entrada de centenares de medusas. En la playa del Chorrillo sólo había algunas pero en la Ribera la presencia ha sido mucho mayor, impidiendo que muchos usuarios se pudieran dar un tranquilo baño.
Normalmente, el levante atrae la presencia de estos animales y con unas olas mínimas consiguen acceder a la orilla.
En las playas de la bahía norte, la frialdad de las aguas hace que la presencia de las medusas sea casi inexistente.