Imputados por la comisión de un presunto delito de odio

Imputados, sin modales y con el miedo en el cuerpo; hay mucho más que Vox

Cuando se tiene la conciencia limpia se afronta la situación. En los juzgados no valen las amnesias ni las carreras para huir de los medios. Los auténticos políticos son de otra pasta. 
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photo_camera Juan Sergio Redondo y Francisco Javier Ruiz, los dos de Vox, a la salida de los juzgados (C.A.)

No es señal de buena conciencia que dos políticos huyan despavoridos y a toda velocidad a la salida de los juzgados de Ceuta después de declarar por un presunto delito de odio.   

Esto es lo que hicieron dos autonombrados valientes: Juan Sergio Redondo, el jefe de Vox en Ceuta, y el diputado Francisco Javier Ruiz. Pocos precedentes existen o ninguno en un caso como el que se trata para no negar ante los medios de comunicación tales acusaciones. ¿Por qué será? Pues por el mismo motivo que uno se deja el móvil en casa por si se lo piden. 

Apañada va Ceuta con personas tan poco claras en situaciones difíciles y que presumen de ser los únicos salvadores sin conocer que una sociedad democrática la conforman muchos otros partidos y que la Justicia es la única que juzga y de verdad en este país. 

La amnesia en un político es además perjudicial para la ciudadanía. Si no recuerdan lo que supuestamente escriben y han dicho, mal futuro tienen como representantes del pueblo. No se acordarán ni del problema que el administrado puede tener al lado de su casa. 

Los dos diputados de Vox en la Asamblea, sí en la Asamblea, ni aclararon nada en sede judicial ni respondieron con exactitud ante lo que le preguntó el juez. Esta es la calidad de los nuevos políticos de Ceuta, los que vienen a terminar con los problemas de la ciudad o a empezarlos otra vez. 

Ni memoria, ni modales, ni declaraciones, ni nada. Son solo una nueva generación de personas que aspiran a hacer política, pero que han empezado mal si ya se acongojan en los juzgados ante una imputación por unas graves acusaciones que intentan sacudirse. Insistimos, sin precedentes en la ciudad.