Hoy se cumplen tres meses de la entrada masiva de migrantes por el espigón del Tarajal y Ceuta sigue sufriendo las consecuencias.
El viernes pasado, tras un acuerdo entre España y Marruecos, comenzaron a retornar algunos de los menores acogidos por la Ciudad. Exactamente han vuelto a casa 55. Sin embargo, ayer la Justicia paralizó este proceso de manera cautelar hasta recabar cierta información que confirme que todo se está realizando de manera legal.
La vicepresidenta primera del Gobierno, Mabel Deu, ha asegurado este martes que de los 1.500 migrantes menores que entraron a Ceuta a mediados de mayo, 1.100 han sido reseñados por las Fuerzas de Seguridad, unos 800 están acogidos por el Gobierno en albergues temporales y alrededor de 600 siguen desaparecidos, viviendo en la calle o acogidos en domicilios particulares.
Deu ha manifestado que el 11 de agosto hubo un encuentro entre representantes de Ceuta y Marruecos para gestar esta operación que se inició dos días después. En ese encuentro informal se establecieron las pautas de cómo se iban a desarrollar los retornos. Entre los datos aportados por el país vecino, 550 menores que accedieron de manera ilegal han vuelto de manera voluntaria a Marruecos y han sido reagrupados con sus familias.
Para llevar a cabo los retornos se han utilizado criterios objetivos, dice el Gobierno. En primer lugar se ha empezado por los menores acogidos en el polideportivo de Santa Amelia porque "son los menores que más cerca están de la mayoría de edad, tienen menos riesgo de vulnerabilidad y sufren peores condiciones de habitabilidad". Luego se seguirá con los migrantes alojados en Piniers, luego los que están en las naves del Tarajal y así sucesivamente hasta conseguir que "vuelvan a Marruecos todos los migrantes que entraron en Ceuta, incluidos los que siguen por las calles".
